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Juan Carlos Onetti

Novelas Breves

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  • Santiago Romerohar citeretfor 3 år siden
    tal vez nunca me vio tan viejo, acaso nunca me quiso tanto como aquella mañana de primavera, tal vez estaba averiguando quién era yo y por qué me quería.
  • Santiago Romerohar citeretfor 3 år siden
    Pero a veces lo que llamamos capricho es el resultado de años de vergüenza, de sufrir en silencio.
  • Santiago Romerohar citeretfor 3 år siden
    No son ricos; son, materialmente, poderosos. Pero atravesarán, sin dificultad, estoy seguro, el ojo de la aguja.
  • Santiago Romerohar citeretfor 3 år siden
    Por lo demás, esta gente, los sanmarianos, es débil para mantener pasiones. La misma curiosidad se les marchita en dos o tres meses.
  • Santiago Romerohar citeretfor 3 år siden
    También, en la inmensa sabiduría, los gorriones se mueren de frío.
  • Santiago Romerohar citeretfor 3 år siden
    El amor se había ido de la vida de Díaz Grey y a veces, haciendo solitarios o jugando a solas al ajedrez, pensaba confuso si alguna vez lo había tenido de verdad.
  • Santiago Romerohar citeretfor 3 år siden
    Nunca había imaginado que un hombre desnudo, real y suyo pudiera ser tan admirable y temible. Reconoció el deseo, la curiosidad, un viejo sentimiento de salud dormido por los años. Ahora lo miraba acercarse; y empezó a tomar conciencia del odio por la superioridad física del otro, del odio por lo masculino, por el que manda, por quien no tiene necesidad de hacer preguntas inútiles.
  • Santiago Romerohar citeretfor 3 år siden
    Pero recordaba, aún ahora y con mayor fuerza, la sensación de estafa iniciada al final de la infancia, atenuada en la adolescencia gracias a deseos y esperanzas. Nunca había pedido nacer, nunca había deseado que la unión, tal vez momentánea, fugaz, rutinaria, de una pareja en la cama (madre, padre, después y para siempre) la trajeran al mundo. Y sobre todo, no había sido consultada respecto a la vida que fue obligada a conocer y aceptar. Una sola pregunta anterior y habría rechazado, con horror equivalente, los intestinos y la muerte, la necesidad de la palabra para comunicarse e intentar la comprensión ajena.
  • Santiago Romerohar citeretfor 3 år siden
    Hablaba de cualquier cosa, exagerando la cortesía, el respeto, esa forma de la tristeza que ayuda a unir.
  • Santiago Romerohar citeretfor 3 år siden
    Tuvo una madre que compró una máquina para el césped, un padre que supo prometer, en cada sobremesa nocturna, que el trabajo comenzaría mañana. Nunca lo hizo. Aceitaba a veces la máquina durante horas o la prestaba a un vecino durante meses.

    Pero el jardín, el contrahecho remedo de selva, nunca fue tocado. Entonces la chiquilina aprendió que no hay palabra comparable a mañana: nunca, nada, permanencia y paz.
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