Zana viaja con quince años al Yemen, tierra de su padre, para pasar unas vacaciones en casa de Abdul Khada. Lo que encuentra allí es horrible, las mujeres trabajan hasta el agotamiento y no tienen privilegios, no hay electricidad ni agua ni grifos. Ella viene de Londres donde escucha música moderna y se pinta para salir. Antes de que pase una semana en el Yemen se entera de que no va a volver a su Londres natal, porque su padre le ha vendido. A ella y a su hermana. Y la ha casado sin su consentimiento con un niño enfermizo menor que ella. Está secuestrada y es sistemáticamente violada. Durante ocho años tiene que pasar por un infierno mientras su madre trata de recuperarlas con todos los medios posibles ayudada de periodistas británicos. Pero para entonces Zana tiene que renunciar a su propio hijo y a su hermana, que ya es incapaz de salir de aquel infierno.