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Bøger
Vicente Monroy

Breve historia de la oscuridad

Una bella, emotiva y comprometida reivindicación de la oscuridad como un espacio de libertad, resistencia, conocimiento y transgresión.
En nuestra cultura, tendemos a relacionar la oscuridad con el mal, el miedo, la ignorancia y la barbarie, pero en ocasiones puede ser un refugio acogedor. Sucede con las salas de cine, santuarios en los que se forjan mitos, deseos e ideales, templos del placer en cuya noche artificial podemos liberar nuestras emociones reprimidas y buscar respuestas que rara vez encontramos en la luz del día. En nuestro presente de pantallas múltiples, este libro reivindica — sin nostalgia ni resignación— los cines en los que los espectadores comparten esperanzas y angustias, sueños y pesadillas. La oscuridad de estas salas es iluminadora.
63 trykte sider
Oprindeligt udgivet
2025
Udgivelsesår
2025
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Citater

  • Miguel Ángel Vidaurrehar citeretfor 15 timer siden
    En el París de finales del siglo XVIII y principios del XIX, numerosos espacios dedicados al ejercicio de la contemplación trataban de cubrir la creciente demanda de un público ávido de imágenes sorprendentes. Aparte del previsible catálogo de panoramas, pasajes, bulevares, teatros de variedades, gabinetes de figuras de cera, exposiciones de arte y otros espejismos que competían por capturar la mirada de los flâneurs, destacaban iniciativas tan insólitas como la de la morgue del Quai de l’Archevêché, que exponía al público los cadáveres sin identificar, un espectáculo macabro que gozó de un enorme éxito. La primera semana de agosto de 1886, más de ciento cincuenta mil personas acudieron a contemplar el cadáver de un niño muerto misteriosamente en la rue du Vertbois, un caso que sacudió a la opinión pública, exhibido en una vitrina sentado en una sillita cubierta por una tela roja para acentuar su palidez. La multitud de curiosos se agolpaba en la entrada de la morgue interrumpiendo el tráfico rodado.
  • Miguel Ángel Vidaurrehar citeretfor 15 timer siden
    François d’Aguillon, abusaban de la credulidad de los ignorantes y se jactaban de invocar demonios de los infiernos y hacerlos aparecer ante los ojos de los espectadores,
  • Miguel Ángel Vidaurrehar citeretfor 15 timer siden
    En el Renacimiento, este fenómeno se convirtió en objeto de fascinación de polímatas y artistas que trataban de explicar la enigmática naturaleza de la visión humana. Leonardo da Vinci señaló su extraordinario poder para recrear los objetos y sus proporciones, y sus investigaciones se ampliaron gracias a pioneros como Girolamo Cardano, que añadió a la cámara oscura una lente biconvexa que permitía enfocar la luz para conseguir imágenes más claras y brillantes, y Giambattista della Porta, que sugirió la posibilidad de crear espectáculos de luz que incluyeran decorados, actores y acompañamientos musicales, anticipándose a la invención de la linterna mágica y el cine: «Nada más ingenioso y hermoso para complacer a los grandes señores que mostrarles en una habitación oscura, proyectadas sobre sábanas blancas enfrentadas a un orificio, escenas de cacerías, banquetes, batallas, juegos y, en definitiva, todo lo que les complace, con tanta claridad y detalle como si aconteciera frente a sus ojos».18

    Si bien el inven‍

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