Sófocles (c. 496 – 406 a. C.) puso en escena, con el Filoctetes (representado a sus ochenta y siete años), la tragedia de la miseria física. Filoctetes, compañero de Heracles, toma parte en la guerra de Troya. Una serpiente le muerde el pie. El dolor, el hedor y los gritos que profiere Filoctetes hacen que los griegos lo abandonen en la isla desierta de Lemnos, en la que pasará diez años, hasta que quienes allí lo abandonaron vuelvan a buscarlo, simplemente porque necesitan su arco, heredado de Heracles, para tomar Troya.