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Olivia Teroba

Pequeñas manifestaciones de luz

  • Daniela Jiménezhar citeretsidste år
    Traía impreso un rectángulo cuadriculado con distintas letras hebreas en cada casilla. Tenía un título, en español: Los 72 nombres de Dios. Y una leyenda: “Estos no son nombres en el sentido habitual de la palabra, sino combinaciones que te conectan con una corriente espiritual infinita”.
  • Bonniehar citeretfor 2 år siden
    Le ha vuelto el hambre: el deseo de comer, vivir su vida y dejar de esperar respuestas donde no las hay.
  • Yatzel Roldánhar citeretfor 2 år siden
    ¿Cómo iba a entender la tristeza de otros, cuando apenas comprendía lo que me pasaba a mí?
  • Narda Mondragónhar citeretfor 3 år siden
    vivir su vida y dejar de esperar respuestas donde no las hay.
  • Narda Mondragónhar citeretfor 3 år siden
    Contrario a lo que suele creerse, para viajar sola por el mundo no se necesita valor, confianza en una misma, ser extrovertida o tener un plan minucioso. Basta con un empujón, un pequeño impulso para pedir una beca, un préstamo, un crédito, hacer las maletas, tomar el avión, llegar al lugar deseado y armar un esbozo de itinerario, no definitivo, con los datos básicos: dónde dormir y qué visitar. Ni siquiera hace falta una razón, aunque se pueden inventar excusas: “encontrarse a una misma”, “ponerse a prueba”, “cumplir un sueño”.
  • Berenice Torreshar citeretfor 3 år siden
    “Las palabras hacen falta para todo”
  • Sunuhar citeretsidste måned
    El olvido se vuelve presencia gracias al color, la forma, la costura que sujeta al lienzo el cielo, las nubes, el sol, su casa, el camino.
  • Sunuhar citeretsidste måned
    Al coser, bordar o tejer el tiempo se suspende. Le deja de doler la cabeza. No llegan las preguntas. También se aleja el miedo. La relaja tomar el hilo, sujetarlo en sus manos, hacerle un nudo, agarrar la hebra con la aguja, desplazarla con suavidad para hacer una puntada.
  • Sunuhar citeretsidste måned
    Al coser, bordar o tejer el tiempo se suspende. Le deja de doler la cabeza. No llegan las preguntas. También se aleja el miedo. La relaja tomar el hilo, sujetarlo en sus manos, hacerle un nudo, agarrar la hebra con la aguja, desplazarla con suavidad para hacer una puntada.
  • Osaka Osakahar citeretfor 4 måneder siden
    Me dolía la cabeza por la cerveza del día anterior y empecé a sentir náuseas de tanto comer dulce. Vi a mi abuela y le pregunté mentalmente si ella tuvo miedo de las bombas atómicas. Entonces escuché, clarito, su voz. No me respondía. En cambio, decía una frase que, recuerdo, usaba mucho: “¿No te quedas a comer?”
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