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Robert Musil

Las tribulaciones del estudiante Törless

  • Verónica Noyolahar citeretfor 3 år siden
    Así como siento que un pensamiento adquiere vida en mí, también siento que algo vive en mí ante la visión de las cosas, cuando los pensamientos callan. En mí hay algo oscuro, debajo de todos los pensamientos, algo que no puedo medir con los pensamientos, una vida que no se puede expresar en palabras y que, sin embargo, es mi vida.
  • Verónica Noyolahar citeretfor 3 år siden
    Pues los pensamientos son algo muy curioso. A menudo no resultan más que casualidades que desaparecen sin dejar huellas, los pensamientos tienen sus tiempos muertos y sus tiempos vivos. Se puede tener una idea genial que, como una flor, sin embargo, se marchita lentamente en nuestras manos. La forma queda pero faltan los colores, el aroma. Es decir, seguro que recordamos la idea palabra por palabra y el valor lógico de la frase encontrada permanece intacto, pero flota sin sostén en la superficie de nuestro interior y no nos hace sentirnos más ricos
  • Verónica Noyolahar citeretfor 3 år siden
    Debemos despertar en nosotros la percepción de la muerte como flujo tranquilo. En el momento en que lo logremos estaremos tan lejos de la vida como de la muerte. No viviremos más (esto según nuestros conceptos terrenos), pero tampoco podremos morir, pues junto con la vida se habrá anulado la muerte. Es el instante de la eternidad, el instante donde el alma sale de nuestro cerebro a los maravillosos jardines de su propia vida.
  • Verónica Noyolahar citeretfor 3 år siden
    muerte es sólo una consecuencia de nuestro modo de vivir. Vivimos pasando de un pensamiento a otro, de una emoción a otra. Pues nuestros pensamientos y emociones no fluyen calmos como una corriente sino que “caen en nosotros”, caen como piedras en nosotros. Si te observas bien, sentirás que tu alma no es algo que alterne sus colores en una transición paulatina, sino que los pensamientos saltan desde ella como números desde un agujero negro
  • Verónica Noyolahar citeretfor 3 år siden
    Nuestro pensamiento cierra los ojos, por un momento deja de existir y aun así es transportado a salvo al otro lado. En realidad deberíamos desesperarnos, pues todos los campos de nuestro saber están atravesados por tales abismos; no son nada más que fragmentos que flotan en un océano infinito.
  • Verónica Noyolahar citeretfor 3 år siden
    Además me gustan esos movimientos de masas. Nadie admite estar haciendo nada para que suceda, pero las olas se agitan cada vez más alto y terminan por cubrir las cabezas de todos. Lo verán, nadie moverá un pelo pero habrá una gran tormenta
  • Verónica Noyolahar citeretfor 3 år siden
    aunque Törless cometía la misma infamia que él, su apetito nunca se satisfacía sino que aumentaba y se convertía, más allá de Basini, en un hambre nuevo y sin objeto.
  • Verónica Noyolahar citeretfor 4 år siden
    Törless escuchó las respiraciones de los durmientes. Esa era la de Beineberg, esa la de Reiting. La de Basini, ¿cual? No lo sabía, pero era una de esas muchas respiraciones igual de rítmicas, igual de calmas, igual de seguras que ascendían y descendían como un aparato mecánico.
  • Verónica Noyolahar citeretfor 4 år siden
    Törless había oído pronunciar el nombre de Kant no más que ocasionalmente y con una expresión como la de un santo ominoso. Y había sido llevado a pensar que Kant había resuelto definitivamente los problemas de la filosofía y que esta desde entonces había quedado como una ocupación sin sentido, igual que, como él también pensaba, ya no tenía sentido seguir escribiendo después de Goethe y Schiller.
  • Verónica Noyolahar citeretfor 4 år siden
    Pues quien logra ver su alma por completo resulta liberado de su vida corporal, que es algo meramente azaroso; en los libros figura que ascendieron a un reino de almas más elevado.”
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