En realidad aquí entran todas las novelas y cuentos de Sherlock Holmes. Conan Doyle, también escritor de la época victoriana, mezclaba el inglés "alto" de las clases más adineradas, con el sencillo proveniente de las calles, y ya que las historias del detective eran publicadas en periódicos para todo público, usó un lenguaje especial para llamar la atención. Además de que muchos de los términos que usa Sherlock deben ser investigados, su rápido pensamiento, facilidad de palabra e interés por múltiples áreas del crimen y el arte, indudablemente sirven como excelentes maestros del idioma inglés. The Hound of Baskerville es posiblemente el mejor ejemplo de ello, ya que usa un estilo astuto e ingenioso para crear juegos de palabras, forzándonos a pensar en ese idioma.