Nuestro personaje se pasea sin demasiados propósitos por Belgrano un sábado a la tarde; después, producto de una invitación, viaja a Europa, a Frankfurt, y se detiene en la observación de calles, hoteles, costumbres; el final lo encuentra en la Ciudad Vieja, en Montevideo, un día de mucho viento.
Cada uno de los personajes con los que se encuentra en estos paseos es motivo de curiosidad y observación. Elvio E. Gandolfo escribe desde tres puntos de vista –en primera, en segunda y en tercera persona– y despliega su potencia novelística para narrar las andanzas de un personaje.
Tres paseos, tres perspectivas, tres ciudades y sus constantes invitaciones a ocupar el tiempo, para ganarlo o perderlo, para entrar a un cine, tener una charla casual o encontrarse con un viejo amor. Gandolfo es una máquina de narrar y Los lugares es su mejor y más reciente novela.