En los pueblos pequeños nunca pasa nada: la gente no cierra sus puertas cuando se va a dormir; nadie teme caminar por la calle de noche. Por eso Maja, cuando el Mercedes negro viene a por ella, se monta en él sin dudarlo. Ciertas cosas que en las grandes ciudades se olvidaron ya hace años permanecen vivas en los pueblos pequeños: supersticiones, secretos, leyendas..., y la vieja historia sobre un coche negro que aparece de la nada y se lleva a la gente de las calles.