"Lo peor que puede pasar es que me rompas el corazón o que yo te lo rompa a ti. No conozco a nadie que haya muerto por eso."
La vida es una tomada de pelo, es injusta, es vulnerable, es desastrosa, es devastadora, es cruel; una espiral en franco descenso que de repente puede voltearse cabeza abajo y poner tu mundo patas arriba, mi padre decía que tocar fondo no es tan malo, es horrible, sí, pero una vez dentro, lo único que te queda es empezar a subir...
"Los finales felices hay que buscarlos."
Para Hunter (y para mi), la música es mucho más que un conjunto de notas dando forma a una melodía, la música es un refugio, una habitación propia en la que los acordes son atrapasueños y trampas mortales para los miedos e inseguridades, cada compás un latido y cada latido una fuente de luz suficiente para iluminar ese espacio hondo y oscuro que nos suele engullir.
Para Willow, su vida de eterna complacencia se ha desbaratado, gracias a Nuk (y a pesar de el), se ha licenciado en sueños rotos y sin quererlo, estudiaba la maestría en condescendencia. Ha perdido su lugar en el mundo y en el camino se dejó a ella misma varada.
Los copos de nieve les llenan de besitos el rostro mientras Hunter y Willow descubren que el destino es algo más que ellos, sus decisiones, buenas y malas, los tienen ahí, justo dónde el destino les ha puesto para escuchar los susurros de una nieve que hace hervir el corazón.
Acabo de leer un libro trascendental para mí, no es un libro cualquiera, si, está lleno de clichés y puedes adivinar la premisa sin que te cuente mucho más, pero estarías perdiéndote la gran oportunidad de leer una novela tan llena de amor que aturde, que colma el alma y se derrama por las pupilas. Que belleza de libro, que historia, que horas tan preciosas he pasado con Erin, Scarlett, Jamie, Grant, Meg, Martin, Tessa y Cameron, a ustedes les dedico mis lágrimas de felicidad.
Hunter y Willow, ustedes han venido a reafirmar lo que Astrid Juárez y yo seguimos contradiciendo uno del otro, el destino existe, es real y nuestras decisiones son el eje sobre el que se sostiene, por que sí, mi esposa "Era preciosa. Fuerte y vulnerable al mismo tiempo. Era buena. Divertida. Y lo más importante: yo le gustaba."
Aún suena mi música, aún la llevo conmigo, escucho el susurro, formo el acorde en el diapasón, respiro, y un, y dos...