Juan García Ponce

de pensamientos imprecisos en los que las imágenes jamás se quedaban el tiempo suficiente para poder apresarlas y sólo me quedaba de ellas una vaga sensación de desconfianza y malestar

Componemos todo con la imaginación y somos incapaces de vivir la realidad simplemente

Estar en posesión de un secreto nos compromete siempre en cierta medida y nos obliga a compartir lo que tenga de bueno o de malo, el júbilo o el dolor que encierra.

Estar en posesión de un secreto nos compromete siempre en cierta medida y nos obliga a compartir lo que tenga de bueno o de malo, el júbilo o el dolor que encierra.

el viajar en camión o en cualquiera otra cosa, abandonándome a esa especie de inconsciencia que da la sensación de que el tiempo se ha detenido y sólo hay que esperar, sin poner nada de nuestra parte, para llegar al lugar al que se va,

Al fin, el padre de Amelia bajaba del tranvía, la madre le pedía a ella que fuera a ayudarle a preparar la cena y yo me quedaba conversando con él: toros y política; nunca tocamos otros temas.

Akutagawa lo sabía: toda acción puede ser contemplada y expuesta desde una incontable multiplicidad de ángulos y las distintas perspectivas la transforman, la hacen di

distinta y cambian su sentido.

El placer de la escritura y su posibilidad de alcanzar ese sentido que se hace sentido siendo inalcanzable se encuentra en la pura representación.

La escritura surge del cuerpo y el cuerpo de la escritura.