En un mundo en el que la gente es vista como mujer o como hombre y en el que se asume que todo el mundo es cis, las personas trans somos de hecho eliminadas del imaginario colectivo, lo que le permite a los medios de comunicación, a los académicos y a los médicos, psicólogos y otros autodenominados «expertos» retratarnos como les dé la gana, plantear cualquier teoría que quieran sobre nosotras y hablar por nosotras.