¡Sin duda es la mayor blasfemia que se haya oído jamás! Es como decir: «Padre, todopoderoso, ¡eres basura de la peor especie! No hay un padre tan canalla como tú». ¿Y por qué tanto odio del pueblo hacia el todopoderoso? Lo hemos visto antes. Porque el todopoderoso representa lo que los señores han enseñado al pueblo, es quien ha repartido, quien ha concedido tierras, poder, privilegios a un determinado grupo de personas, y por el contrario disgustos, desesperación, sumisión, aflicción, humillación al resto del pueblo. Por eso odian a Dios, porque representa a los amos, es quien distribuye coronas y privilegios; mientras que aman a Jesucristo, porque baja a la tierra para tratar de devolverle la primavera. Y, sobre todo, la dignidad. En estas historias del pueblo, el discurso de la dignidad aparece continuamente, con increíble insistencia. La dignidad.