Yo me siento un poco rara con mis hijos. Y es que son ya muy mayores. Y veo que nos miran a mí, y a Nettie, y a Shug, y a Albert, y a Samuel, y a Harpo, y a Sofia, y a Jack y Odessa como si fuéramos muy viejos y no supiéramos muy bien lo que pasa. Pero a mí no me parece que seamos viejos, ni mucho menos. Y somos tan felices. En realidad, yo nunca me había sentido tan joven.
Amén