Clara Valverde Gefaell

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Balamhar citeretfor 5 måneder siden
La necropolítica (del griego necro, «muerte») del neoliberalismo no necesita armas para matar a los excluidos. Por medio de sus políticas, los excluidos viven muertos en vida o se les deja morir porque no son rentables. No sirven ni para ser esclavos. Pero, ¿no es suficiente con dejarlos morir sin acceso a comida, techo y atención sanitaria? ¿Por qué se desarrollan políticas y maneras de gobernar que aceleran su muerte, que se aseguran de que estén al límite de la vida con el «privilegio» de sobrevivir? Porque son una amenaza. Sin darse cuenta ni proponérselo, los excluidos y los precarios ponen en evidencia, como cuerpos resonantes, como altavoces, todas las injusticias del neoliberalismo. Y eso, los poderosos no lo van a tolerar porque podría inspirar solidaridad en el resto de la sociedad, solidaridad y empatía que se podrían convertir en revuelta.

el carnalismo como escudo y panzerkampfwagen. el ser excluídos es su arma secreta: se hacen poderosos contra el opresor y la lucha se vuelve un modo de vivir

Balamhar citeretfor 5 måneder siden
Aunque, en realidad, la mayoría está en una situación precaria porque es el sistema mismo el que los excluye. Los enfermos crónicos, los discapacitados, los ancianos con pensiones míseras, los parados o con trabajos mal pagados, los sin techo, los niños hambrientos, los jóvenes sin futuro, los enfermos mentales sin red de apoyo y los inmigrantes de países del Tercer Mundo son el producto de las desigualdades que crea el neoliberalismo. Pero se les etiqueta como culpables de su situación,1 como irresponsables y sospechosos. O, en el mejor de los casos, como personas con mala suerte.

La realidad que viven los excluidos se presenta como un problema individual y no como lo que es: el resultado del neoliberalismo. Los poderosos y privilegiados, a través de su prensa y sus «expertos», se aseguran de que los que aún no han sido excluidos no se identifiquen con los que estorban.

hay que hacer un cfr en las vidas precarias: pobreza, exclusión y malas miradas.

Balamhar citeretfor 5 måneder siden
El capitalismo neoliberal intenta mantener el mito de que hay libertad de movimiento, pero en realidad cada sujeto tiene su sitio. Los que tienen menos privilegios tienen que mantenerse en ciertos lugares, y los que no tienen ningún recurso no tienen un sitio, tienen que desaparecer. Las ciudades no son para los vulnerables.

cfr en donde el fenómeno de las pandillas es una fenómeno de periferia (en ciudades como cdmx) y un fenómeno de frontera (en paises como méxico o eua). el capitalismo, al crear y administrar los espacios, también está construyendo marginalidades. los monos se quedan en la jaula de los monos y no pueden pasar a la jaula de los pavorreales.

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