Paloma Díaz-Mas

  • Char citeretfor 2 år siden
    así que nuestras comidas cotidianas las hacemos siempre en la cocina y es la cocina a la vez lugar en el que se preparan los alimentos, en que se consumen y en el que nos reunimos a convivir. Convivium es como se dice banquete en latín, pero viene de cum-vivere, vivir con alguien. Así que el acto de comer –el banquete o el convite, la comida en común, compartida– es también un acto de convivencia, en el cual nos reunimos en torno a la mesa.
  • Iz Sanzhar citeretsidste år
    A lo largo de los años, hemos ido sembrando el mundo con menudos rastros de Tris-Tras. Los hemos llevado encima sin sentirlos y los hemos diseminado por aviones, trenes y autobuses, en nuestro coche, en la calle, en los comercios, en las butacas de los cines y en los sofás de las casas de nuestros amigos; desde allí un ejército de desconocidos los transportaron consigo, sin darse cuenta, hasta muy lejos, a unos lugares en donde nunca estuvimos; algunas hebras doradas han llegado hasta el mar, otras se han perdido en los bosques por cuyos senderos hemos paseado sus portadores. Las hebras sedosas –cada una de las cuales tiene tres colores sutiles, como teñidos a propósito– se habrán esparcido por rincones lejanos de un mundo globalizado. Es lo que queda de Tris-Tras, ahora que ella ya no está. Ese animal se marchó dejando el mundo lleno de pelos.
  • Josué Osbournehar citeretfor 3 måneder siden
    Nosotros simplemente esperamos, haciéndonos los desentendidos. Con el rabillo del ojo, vemos cómo una sombra negra se vierte desde un estante del mueble del salón hacia el suelo. Como si no nos diéramos cuenta, espiamos discretamente los pasos mudos de una pequeña pantera negra que explora con cautela el pasillo y que, de repente, desaparece tras una puerta entreabierta que da paso a un mundo nuevo –nuestro dormitorio–:
  • Josué Osbournehar citeretfor 3 måneder siden
    noche sin el día.

    Beber es una actividad necesaria pero peligrosa. Cuando cae la tarde, empieza a ponerse el sol y el calor del día amaina, de las suaves sombras azuladas comienzan a emerger cuerpos que sigilosamente, casi reptando, se aproximan a la orilla del río y comienzan a abrevar. Los grandes carnívoros predadores, que también han bajado a beber, acechan semiocultos entre las brañas y los matorrales de las cercanías de las orillas: ellos no sólo tienen sed, sino también hambre.
  • Josué Osbournehar citeretfor 3 måneder siden
    Al final, los gatos acaban intentando hablar nuestro idioma. Usan para comunicarse con nosotros, para pedir o exigir, unos maullidos que, si nos fijamos bien, comprobaremos que no utilizan jamás para comunicarse entre ellos. Pero saben imitar de manera inquietante el llanto de un niño y por eso los maullidos del gato, cuando son insistentes, nos causan tal desasosiego, sobre todo a las mujeres: nuestro instinto maternal, de protección de las crías, se activa ante el lamento de un gatito insistente y tiránico, al que erróneamente creemos desvalido, convencidos de que los animales dependen de nosotros (y sí que dependen para algunas cosas: nosotros limitamos el espacio por el que se mueven, su acceso a la comida y a la bebida).
  • Mariana Aguilarhar citeretsidste år
    Ese animal se marchó dejando el mundo lleno de pelos.
  • Mariana Aguilarhar citeretsidste år
    La pequeña arpista peluda rasgaba la tapicería –ya deshilachada de jornadas anteriores– con una dedicación que indicaba su gran alegría de estar viva y estrenar una mañana nueva.
  • Mariana Aguilarhar citeretsidste år
    la Carta de los Derechos del Hombre hubiera sido redactada por gatos, probablemente el ver pajaritos se hubiera recogido en ella como un derecho inalienable, tan inalienable como la vida o la libertad
  • Mariana Aguilarhar citeretsidste år
    la paciencia, la constancia, la capacidad de esperar sin obtener un resultado inmediato.
  • Mariana Aguilarhar citeretsidste år
    una de las virtudes más apreciadas por el gato es la moderación
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