Francisco Serratos

el capitalismo para Moore es una ecología, o sea una forma de administrar los procesos biológicos —en el que se incluyen ciertos humanos— para ponerlos a trabajar en pos de una acumulación de riqueza.

Charles Lyell lo usó para formar la palabra «Holoceno» al referirse a los estratos más recientes de la corteza terrestre.

Los caminos son muchos, pero las demandas son las mismas: distribución en lugar de desarrollo; decrecimiento en lugar de crecimiento; igualdad de todos los humanos y no-humanos y no jerarquía de valor económico; menos caridad, más justicia; más solidaridad y menos competencia

océanos son los nuevos Medio Oriente, Texas y Venezuela: «se han otorgado licencias mineras exploratorias para más de 1.3 millones de km2 del fondo marino en áreas más allá de la jurisdicción nacional» y se espera que las regulaciones de explotación continúen aprobándose, dicen los autores de «The Blue Acceleration».

El modelo, aunque poco original porque seguía en esencia la idea de Adam Smith sobre la división del trabajo, fue tan exitoso que más tarde Henry Ford, en sus memorias, confesó que su sistema de línea de ensamblaje de automóviles lo copió de la industria cárnica.

La carne era promovida, en suma, como sinónimo del éxito capitalista y el arroz se le vinculaba condiciones de bajos ingresos, incluso de semiesclavitud.

La población de ganado creció tanto entre 1960 y 1980 que superó a la población humana en la región.

simplemente comemos más carne porque la oferta aumentó gracias a que la producción se disparó 500% en ese periodo

Hoy día, se matan aproximadamente mil vacas por hora en las procesadoras.

Demasiada coincidencia es en realidad sintomática de un sistema económico.