Eduardo A. Sacheri

  • FERNANDA ABIGAIL SANCHEZ CALLEJOhar citeretsidste år
    Nunca entendí del todo a los que se amontonan alrededor del tren detenido para espiar entre las ruedas y los rieles el cuerpo destrozado de la víctima y el trabajo sangriento de los bomberos.
  • FERNANDA ABIGAIL SANCHEZ CALLEJOhar citeretsidste år
    No había que ser demasiado inteligente para saber que allí yacía el cadáver. Algunos en silencio, otros lanzando comentarios en voz alta para demostrar su hombría ante la muerte, pero todos con los ojos clavados en el piso.
  • FERNANDA ABIGAIL SANCHEZ CALLEJOhar citeretsidste år
    El médico pericial no creyó necesario seguir conversando. Se puso a trabajar revisando e
  • FERNANDA ABIGAIL SANCHEZ CALLEJOhar citeretsidste år
    Le separó levemente las piernas con ademanes delicados, como si la mujer pudiera aún sentir y padecer esas acciones. Tanteó sobre la cama y tiró del maletín para volcarlo hacia su lado. Extrajo una especie de cánula y un tubo de ensayo.
  • FERNANDA ABIGAIL SANCHEZ CALLEJOhar citeretsidste år
    extendió sobre el cuerpo de la chica con gestos veloces y certeros. Supuse que el médico viviría solo, o que su mujer lo obligaba a tenderse la cama.
  • Ana Saenzhar citeretfor 2 måneder siden
    Pero el boludo que quiere ascender suma dos dificultades: por empezar se siente pletórico de energías, lleno de entusiasmo, desbordante de iniciativas. Energías, entusiasmo e iniciativas que le brotan como un manantial, y que desea exhibir sin tapujos frente a sus superiores, para que ellos adviertan por fin que tienen entre sus manos un diamante desperdiciado en un cargo inferior al de sus merecimientos morales e intelectuales.
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