Mark Hyman

Comer más de las grasas que son adecuadas te ayuda a perder peso y a prevenir la demencia, afecciones cardiacas, diabetes y cáncer; todo esto a la vez que te da beneficios adicionales como mejor humor, piel, cabello y uñas.

Los carbohidratos activan el interruptor del metabolismo, lo que provoca un alza en la producción de insulina, que a su vez conduce al almacenamiento de grasa (en particular de la peligrosa grasa en el abdomen).

Los carbohidratos encienden la fábrica de grasa en el hígado (un proceso llamado lipogénesis), lo que provoca alto colesterol y triglicéridos, mientras que disminuye la cantidad de colesterol bueno (HDL) y produce pequeñas, densas y peligrosas partículas de LDL que pueden provocar enfermedades cardiacas.

Las moléculas de ácidos grasos suelen juntarse en grupos de tres y forman una molécula llamada triglicérido. Los triglicéridos son producidos en su mayoría en el hígado a partir de los carbohidratos que comemos.

las grasas saturadas se encuentran en los cocos, los mamíferos y otros animales de sangre caliente. Son suaves cuando existen en el cuerpo de animales vivos, pero duras a temperatura ambiente o fuera del cuerpo, como la mantequilla o la manteca. Las grasas omega-3 se encuentran en las aguas frías y en los peces árticos. Son líquidas a temperatura ambiente y pueden mantenerse fluidas cuando los peces nadan en aguas muy frías.

Los ácidos grasos tienen un papel estelar en muchas funciones corporales importantes, como la regulación de la inflamación, las hormonas, el humor, la función nerviosa y más. La mayoría piensa en ellos como una forma de almacenamiento de energía.

Las cetonas que se producen cuando comes grasa (en especial las grasas del aceite de coco o de triglicéridos de cadena media) son mejores para tu cerebro e incluso se pueden usar en la prevención y tratamiento del Alzheimer. 1 Hemos creído por mucho tiempo que el cerebro puede funcionar sólo con azúcar, pero ahora sabemos que esto no es cierto y que el cerebro puede quemar grasas o cetonas (producidas por la descomposición de grasas).

Éstos son los cuatro tipos de ácidos grasos:

1) Saturados (AGS)

2) Monoinsaturados (AGMI)

3) Poliinsaturados (AGPI): omega-3 y omega-6

4) Grasas trans (AGT)

Lo que los define es su estructura: una grasa saturada no tiene enlaces dobles (entonces está saturada de hidrógeno), un ácido graso monoinsaturado tiene un enlace doble y un ácido graso poliinsaturado tiene más de un enlace doble. Las grasas trans son grasas con una forma peculiar y no suelen ser parte de la biología humana; sus enlaces dobles se encuentran del lado opuesto de la cadena (o el lado

“trans”) donde se encontrarían en las grasas naturales.

Los principales tipos de grasas saturadas son láurica, mirística, palmítica y estearta, que son cadenas grasas pares (pero existen más).

Si comemos muchos aceites inestables poliinsaturados omega-6

(de semillas, cereales o leguminosas, como aceite de maíz, soya o girasol), nuestras células se vuelven muy flojas y no funcionan tan bien. Las peores grasas para nuestras células son las grasas trans, que son duras y literalmente se insertan en nuestras membranas celulares, lo que causa que no funcionen adecuadamente y sean susceptibles a enfermedades, pues esto afecta la permeabilidad de la membrana 78

celular (que les permite a las células comunicarse con otras células).