Pilar Fernández Galiano

  • Victor Avilés Velazquezhar citeretfor 4 måneder siden
    Mucho tiempo antes, en 1904, ya había expresado Kafka su concepción de la literatura y había trazado con precisión sus límites, por ejemplo en una célebre carta a Oskar Pollack que bien puede entenderse como un verdadero y personalísimo manifiesto: «En general creo que sólo debemos leer libros que nos muerdan y nos arañen. Si el libro que estamos leyendo no nos obliga a despertarnos como un mazazo en el cráneo, ¿para qué molestarnos en leerlo? ¿Para que nos haga felices, como dices tú? Cielo santo, ¡seríamos igualmente felices si no tuviéramos ningún libro! Los libros que nos hacen felices podríamos escribirlos nosotros mismos si no nos quedara otro remedio. Lo que necesitamos son libros que nos golpeen como una desgracia dolorosa, como la muerte de alguien a quien queríamos más que a nosotros mismos, libros que nos hagan sentirnos desterrados a las junglas más remotas, lejos de toda presencia humana, algo semejante al suicidio». «Un libro», concluye, «tiene que ser el hacha para el mar helado que llevamos dentro».
  • Victor Avilés Velazquezhar citeretfor 4 måneder siden
    de ahí, también, que se encuentre, si no cómodo, al menos seguro, en el género epistolar y que, en el ejercicio cotidiano de esa literatura íntima y paralela, escribiera cientos de cartas a Max Brod, a Felice, a Milena y, con seguridad, a Dora Dyamat: porque es un género gobernado por la inmediatez y por la inequívoca identidad del destinatario.
fb2epub
Træk og slip dine filer (ikke mere end 5 ad gangen)