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Alguien me había dicho, además, que el mayor poeta de la época, Dante Alighieri, de Florencia, muerto hacía pocos años, había compuesto un poema (que yo no pude leer porque estaba escrito en la lengua vulgar de Toscana) con elementos tomados del cielo y de la tierra, y que muchos de sus versos no eran más que paráfrasis de ciertos fragmentos del Arbor vitae crucifixae[*] de Ubertino.
Entonces, para no acabar haciendo el necio, prefiero no empezar haciendo el listo.
¡y entonces el eructo y el pedo se arrogarían el derecho que es privilegio del espíritu, el derecho de soplar donde quieran!
Vurderinger
🔮Overraskende
💡Lærerig
👍Værd at læse
Con este tipo de libros me pasa siempre igual: entiendo y luego no entiendo. Los ejemplos, sin embargo, ayudan a clarificar bastante la teoría, pero si te quieres tomar en serio la semiótica y la teoría de la recepción, recomendaría leer el «Tratado de semiótica general», de Umberto Eco, antes que este.
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