es
Philippa Gregory

La Reina Blanca

Giv mig besked når bogen er tilgængelig
Denne bog er ikke tilgængelig i streaming pt. men du kan uploade din egen epub- eller fb2-fil og læse den sammen med dine andre bøger på Bookmate. Hvordan overfører jeg en bog?
  • Margarita Gonzalezhar citeretfor 5 år siden
    Entonces supo, tal como ella había sabido siempre, que no importa que una esposa sea mitad pez y el esposo sea totalmente mortal. Si hay suficiente amor, no hay nada, ni siquiera la naturaleza, ni siquiera la muerte misma, que pueda interponerse entre dos seres que se aman.
  • Margarita Gonzalezhar citeretfor 5 år siden
    Cuando salga, podremos decidir.
  • Margarita Gonzalezhar citeretfor 5 år siden
    El emblema de vuestra casa no debería ser la rosa blanca, sino el antiguo símbolo de la eternidad.
    —¿De la eternidad? —repito yo con la esperanza de que vaya a decir algo que resulte tranquilizador en los amargos momentos que estamos viviendo.
    —Sí, la serpiente que se devora a sí misma. Los hijos de York se destruirán entre sí, un hermano destruirá al otro, los tíos devorarán a sus sobrinos, los padres decapitarán a los hijos. Son una familia que necesita ver la sangre y, si no tienen otro enemigo, son capaces de derramar la suya propia.
    Apoyo las manos en el vientre como si quisiera proteger a mi hijo de tan siniestras predicciones.
    —No, Anthony. No digas esas cosas.
    —Son la verdad —responde él con gesto grave—. La casa de York caerá; no importa lo que hagamos vos o yo, porque terminarán devorándose unos a otros.
    Cuando me quedan seis semanas para dar a luz, inicio el confinamiento previo al parto retirándome a mi dormitorio puesto en penumbra y dejando el asunto sin solucionar. A Eduardo no se le ocurre qué hacer. Un hermano desleal no es algo nuevo en Inglaterra, ni tampoco en esta familia, pero a mi esposo le supone un tormento.
    —Dejadlo hasta que yo salga de aquí —le digo en el umbral mismo de mi cámara—. A lo mejor entra en razón y suplica el perdón. Cuando salga, podremos decidir.
    —Y vos sed valiente. —Recorre con la mirada la habitación oscurecida, caldeada por una pequeña chimenea y con las paredes vacías porque han quitado todas las imágenes que puedan afectar a la forma del niño que está esperando a nacer. Se inclina hacia delante y me susurra—: Ya vendré a visitaros.
    Yo sonrío. Eduardo siempre infringe
  • Margarita Gonzalezhar citeretfor 5 år siden
    El emblema de vuestra casa no debería ser la rosa blanca, sino el antiguo símbolo de la eternidad.
    —¿De la eternidad? —repito yo con la esperanza de que vaya a decir algo que resulte tranquilizador en los amargos momentos que estamos viviendo.
    —Sí, la serpiente que se devora a sí misma. Los hijos de York se destruirán entre sí, un hermano destruirá al otro, los tíos devorarán a sus sobrinos, los padres decapitarán a los hijos. Son una familia que necesita ver la sangre y, si no tienen otro enemigo, son capaces de derramar la suya propia.
    Apoyo las manos en el vientre como si quisiera proteger a mi hijo de tan siniestras predicciones.
    —No, Anthony. No digas esas cosas.
    —Son la verdad —responde él con gesto grave—. La casa de York caerá; no importa lo que hagamos vos o yo, porque terminarán devorándose unos a otros.
    Cuando me quedan seis semanas para dar a luz, inicio el confinamiento previo al parto retirándome a mi dormitorio puesto en penumbra y dejando el asunto sin solucionar. A Eduardo no se le ocurre qué hacer. Un hermano desleal no es algo nuevo en Inglaterra, ni tampoco en esta familia, pero a mi esposo le supone un tormento.
    —Dejadlo hasta que yo salga de aquí —le digo en el umbral mismo de mi cámara—. A lo mejor entra en razón y suplica el perdón. Cuando salga, podremos decidir.
    —Y vos sed valiente. —Recorre con la mirada la habitación oscurecida, caldeada por una pequeña chimenea y con las paredes vacías porque han quitado todas las imágenes que puedan afectar a la forma del niño que está esperando a nacer. Se inclina hacia delante y me susurra—: Ya vendré a visitaros.
  • Margarita Gonzalezhar citeretfor 5 år siden
    ser la rosa blanca, sino el antiguo símbolo de la eternidad.
    —¿De la eternidad? —repito yo con la esperanza de que vaya a decir algo que resulte tranquilizador en los amargos momentos que estamos viviendo.
    —Sí, la serpiente que se devora a sí misma. Los hijos de York se destruirán entre sí, un hermano destruirá al otro, los tíos devorarán a sus sobrinos, los padres decapitarán a los hijos. Son una familia que necesita ver la sangre y, si no tienen otro enemigo, son capaces de derramar la suya propia.
    Apoyo las manos en el vientre como si quisiera proteger a mi hijo de tan siniestras predicciones.
    —No, Anthony. No digas esas cosas.
    —Son la verdad —responde él con gesto grave—. La casa de York caerá; no importa lo que hagamos vos o yo, porque terminarán devorándose unos a
  • Margarita Gonzalezhar citeretfor 5 år siden
    emblema de vuestra casa no debería ser la rosa blanca, sino el antiguo símbolo de la eternidad.
    —¿De la eternidad? —repito yo con la esperanza de que vaya a decir algo que resulte tranquilizador en los amargos momentos que estamos viviendo.
    —Sí, la serpiente que se devora a sí misma. Los hijos de York se destruirán entre sí, un hermano destruirá al otro, los tíos devorarán a sus sobrinos, los padres decapitarán a los hijos. Son una familia que necesita ver la sangre y, si no tienen otro enemigo, son capaces de derramar la suya propia.
    Apoyo las manos en el vientre como si quisiera proteger a mi hijo de tan siniestras predicciones.
    —No, Anthony. No digas esas cosas.
    —Son la verdad —responde él con gesto grave—. La casa de York caerá; no importa lo que hagamos vos o yo, porque terminarán devorándose unos a
  • Margarita Gonzalezhar citeretfor 5 år siden
    El emblema de vuestra casa no debería ser la rosa blanca, sino el antiguo símbolo de la eternidad.
    —¿De la eternidad? —repito yo con la esperanza de que vaya a decir algo que resulte tranquilizador en los amargos momentos que estamos viviendo.
    —Sí, la serpiente que se devora a sí misma. Los hijos de York se destruirán entre sí, un hermano destruirá al otro, los tíos devorarán a sus sobrinos, los padres decapitarán a los hijos. Son una familia que necesita ver la sangre y, si no tienen otro enemigo, son capaces de derramar la suya propia.
    Apoyo las manos en el vientre como si quisiera proteger a mi hijo de tan siniestras predicciones.
    —No, Anthony. No digas esas cosas.
    —Son la verdad —responde él con gesto grave—. La casa de York caerá; no importa lo que hagamos vos o yo, porque terminarán devorándose unos a otros.
  • Margarita Gonzalezhar citeretfor 5 år siden
    El emblema de vuestra casa no debería ser la rosa blanca, sino el antiguo símbolo de la eternidad.
    —¿De la eternidad? —repito yo con la esperanza de que vaya a decir algo que resulte tranquilizador en los amargos momentos que estamos viviendo.
    —Sí, la serpiente que se devora a sí misma. Los hijos de York se destruirán entre sí, un hermano destruirá al otro, los tíos devorarán a sus sobrinos, los padres decapitarán a los hijos. Son una familia que necesita ver la sangre y, si no tienen otro enemigo, son capaces de derramar la suya propia.
    Apoyo las manos en el vientre como si quisiera proteger a mi hijo de tan siniestras predicciones.
    —No, Anthony. No digas esas cosas.
    —Son la verdad —responde él con gesto grave—. La casa de York caerá; no importa lo que hagamos vos o yo, porque terminarán devorándose unos a
  • Margarita Gonzalezhar citeretfor 5 år siden
    propia.
    Apoyo las manos en el vientre como si quisiera proteger a mi hijo de tan siniestras predicciones
  • Margarita Gonzalezhar citeretfor 5 år siden
    El emblema de vuestra casa no debería ser la rosa blanca, sino el antiguo símbolo de la eternidad.
    —¿De la eternidad? —repito yo con la esperanza de que vaya a decir algo que resulte tranquilizador en los amargos momentos que estamos viviendo.
    —Sí, la serpiente que se devora a sí misma. Los hijos de York se destruirán entre sí, un hermano destruirá al otro, los tíos devorarán a sus sobrinos, los padres decapitarán a los hijos. Son una familia que necesita ver la sangre y, si no tienen otro enemigo, son capaces de derramar la suya propia.
    Apoyo las manos en el vientre como si quisiera proteger a mi hijo de tan siniestras predicciones
fb2epub
Træk og slip dine filer (ikke mere end 5 ad gangen)