bookmate game
es
Jean Paul Sartre

Las moscas

Giv mig besked når bogen er tilgængelig
Denne bog er ikke tilgængelig i streaming pt. men du kan uploade din egen epub- eller fb2-fil og læse den sammen med dine andre bøger på Bookmate. Hvordan overfører jeg en bog?
  • b7290150166har citeretfor 7 måneder siden
    un perro tiene más memoria que yo: reconoce a su amo. Su amo. ¿Y qué es lo mío?
  • b7290150166har citeretfor 7 måneder siden
    El barbudo dice bien: un rey debe tener los mismos recuerdos que sus súbditos.
  • b7290150166har citeretfor 7 måneder siden
    ¡Ah! Si hubiera un acto, mira, un acto que me diera derecho de ciudadanía entre ellos; si pudiera apoderarme, aun a costa de un crimen, de sus memorias, de su terror y de sus esperanzas para colmar el vacío de mi corazón, aunque tuviera que matar a mi propia madre…
  • b7290150166har citeretfor 7 måneder siden
    Soy encantador de moscas en mis horas libres. Buenos días. Volveré a veros. Sale.
  • b7290150166har citeretfor 7 måneder siden
    JÚPITER.— ¡Bah! Es una niña. Había también un hijo, un tal Orestes. Dicen que murió
  • b7290150166har citeretfor 7 måneder siden
    JÚPITER.— Algunos afirman que está vivo. Sus asesinos, compadecidos, lo habrían abandonado en el bosque. Habría sido recogido y educado por burgueses ricos de Atenas. Por mi parte, deseo que haya muerto
  • b7290150166har citeretfor 7 måneder siden
    JÚPITER.— Ah, no juzguéis a los dioses, joven; guardan secretos dolorosos
  • b7290150166har citeretfor 7 måneder siden
    ORESTES.— Agamenón tenía una hija, ¿verdad?, una hija llamada Electra
  • b7290150166har citeretfor 7 måneder siden
    JÚPITER.— Agamenón era un buen hombre, pero cometió un gran error, ¿sabéis? No había permitido que las ejecuciones capitales se realizaran en público. Es una lástima. En provincia, un buen ahorcamiento distrae y deja a la gente un poco harta de la muerte. Las gentes de aquí no dijeron nada porque se aburrían, y querían ver una muerte violenta. No dijeron nada cuando vieron aparecer a su rey en las puertas de la ciudad. Y cuando vieron que Clitemnestra le tendía sus hermosos brazos perfumados, no dijeron nada. En aquel momento hubiera bastado una palabra, una sola palabra, pero callaron, y cada uno tenía, en la cabeza, la imagen de un gran cadáver con la cara destrozada.
  • b7290150166har citeretfor 7 måneder siden
    JÚPITER.— ¿El vestido de Argos? Ah, comprendo. Llevas luto por tu rey, por tu rey asesinado
fb2epub
Træk og slip dine filer (ikke mere end 5 ad gangen)