La imitación de Cristo

Capítulo 25
DE LA FERVOROSA ENMIENDA DE TODA
LA VIDA

Capítulo 24
DEL JUICIO Y DE LOS CASTIGOS DE LOS
PECADORES

Capítulo 23
DE LA MEDITACIÓN DE LA MUERTE

Capítulo 22
REFLEXIONES SOBRE LA INFELICIDAD
DEL HOMBRE

Capítulo 21
DE LA COMPUNCIÓN DEL CORAZÓN

Capítulo 20
DEL AMOR AL SILENCIO Y A LA
SOLEDAD

Si no puedes estar continuamente recogido, recógete al menos de cuando en cuando: una vez por la mañana y otra por la noche todos los días, cuando menos.

«Señor y Dios mío, ayúdame a cumplir mis buenos propósitos, y a dedicarme a tu santo servicio; concédeme comenzar hoy vida de perfección, pues lo que hasta hoy he hecho no es nada.»

silencio!

Pero ¿por qué nos gusta tanto hablar y platicar los unos

Dios la dejas y sigues otra, mayor provecho