El alfabeto alado

Allí donde se cruzan semejanzas, la soledad es menos drástica. Incluso en el vacío de las distancias,

Si crees en mí, aunque mueras, algo tuyo sobrevivirá, y si yo creo en ti (y ciertamente creo), algo mío continuará luchando en otro sitio para defender nuestros comunes colores

comprendieron que esa noche los suspiros vencerían a las palabras y que el silencio de después sería aún más hondo que el silencio de antes.

Tu cuerpo es la casa de los misterios de mi Dios

y la zona en la que la sombra se perdía en la sombra

como planean las golondrinas en la tarde de su llegada al punto de partida de sus antepasados,

como si la nodriza estuviese quitándole pétalos a una flor y la luz de la hora lentificara su caída al suelo.

leyó en los ojos del rey que éste quería ver más allá de la belleza

quitarse los siete vestidos, uno a uno.

l segundo tenía el color de los albaricoques maduros y encarnaba el sol de las caricias;