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Bøger
Edgar Allan Poe

La caída de la casa Usher

  • Alexa Hernándezhar citeretsidste år
    bajas en el cielo, había viajado
  • Brenhar citeretsidste år
    una inconsolable tristeza de pensamiento que ningún acicate de la imaginación era capaz de impulsar hacia nada sublime
  • Sunny🍯har citeretfor 9 måneder siden
    Enseguida me sorprendió, en la actitud de mi amigo, una incoherencia…, una inconsecuencia; y no tardé en descubrir que provenía de una serie de débiles y estériles esfuerzos por reprimir un temblor continuo, una manifiesta agitación nerviosa.
  • Brenhar citeretsidste år
    la sensibilidad de los vegetales
  • Dianela Villicaña Denahar citeretfor 2 år siden
    Ah, ten piedad de mí, de este pobre desdichado! No me atrevía…, ¡no me atrevía a hablar! ¡La hemos depositado viva en la tumba! ¿No te dije que mis sentidos eran agudos? Ahora te digo que oí sus primeros movimientos débiles en el hueco del ataúd.
  • Dianela Villicaña Denahar citeretfor 2 år siden
    Nos enfrascábamos en obras como el Ververt et Chartreuse de Gresset, el Belfegor de Maquiavelo, Del Cielo y del Infierno de Swedenborg, el Viaje al mundo subterráneo de Niels Klimm de Holberg, la Quiromancia de Robert Fludd, Jean d’Indaginé y De la Chambre, el Viaje a la lejanía azul de Tieck y La Ciudad del sol de Campanella
  • Dianela Villicaña Denahar citeretfor 2 år siden
    Había veces, a decir verdad, en que parecía que su mente permanentemente agitada sufría el peso de algún secreto, y que pugnaba por encontrar valor suficiente para exteriorizarlo. A veces, no tenía más remedio que considerarlo extravagancias propias de su enajenamiento, porque lo veía permanecer con la mirada fija, perdida durante horas, en actitud de la más profunda atención, como si estuviese escuchando algún ruido imaginario
  • Dianela Villicaña Denahar citeretfor 2 år siden
    Lo primero que me llamó la atención fue el parecido asombroso entre los dos hermanos; y Usher, adivinando quizá mis pensamientos, murmuró unas palabras por las que supe que la fallecida y él eran gemelos, y que entre ellos había existido siempre una comunión de sentimientos difícil de explicar
  • Dianela Villicaña Denahar citeretfor 2 år siden
    Yo me esforzaba en disipar con razonamientos el nerviosismo que me dominaba. Me esforzaba en convencerme de que gran parte de lo que sentía, si no todo, se debía a la influencia turbadora del mobiliario sombrío de la habitación, de las colgaduras oscuras y raídas que, sacudidas por las ráfagas de una tempestad en aumento, se agitaban espasmódicamente de un lado para otro en las paredes, y susurraban inquietas sobre los adornos de la cama
  • Dianela Villicaña Denahar citeretfor 2 år siden
    No es de extrañar que su estado me aterrase…, que se me contagiase; sentía que me iba invadiendo, de manera lenta y solapada, el influjo insensato de sus fantásticas aunque poderosas supersticiones
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