Liliana Colanzi

Chaco

  • anasilvia96har citeretfor 3 måneder siden
    DECÍA MI ABUELO QUE CADA PALABRA TIENE SU DUEÑO y que una palabra justa hace temblar la tierra. La palabra es un rayo, un tigre, un vendaval, decía el viejo mirándome con rabia mientras se servía alcohol de farmacia, pero ay del que usa la palabra a la ligera. ¿
  • Tess Pedrohar citeretfor 6 måneder siden
    DECÍA MI ABUELO QUE CADA PALABRA TIENE SU DUEÑO y que una palabra justa hace temblar la tierra.
  • Ana Saenzhar citeretsidste år
    ¿Sabés lo que le pasa al que miente?, insistía el abuelo, esquelético, amenazándome con el bastón: la palabra lo abandona, y al que se queda vacío cualquiera lo puede matar.
  • Ana Saenzhar citeretsidste år
    DECÍA MI ABUELO QUE CADA PALABRA TIENE SU DUEÑO y que una palabra justa hace temblar la tierra. La palabra es un rayo, un tigre, un vendaval, decía el viejo mirándome con rabia mientras se servía alcohol de farmacia, pero ay del que usa la palabra a la ligera.
  • Gabriela Torohar citeretfor 3 år siden
    ¿o el hombre blanco es pariente del alacrán, que con su propia púa se quiere clavar? Ayayay
  • Rafael Ramoshar citeretfor 3 år siden
    Y ahí quedamos, solos, parados en medio de los autos que iban y venían en todas direcciones. No teníamos un peso, no sabíamos dónde íbamos a pasar la noche. Pero éramos el jefe de nuestra casa. Nos dejábamos arrastrar con la prisa de la gente, nos dejábamos aturdir con el ruido de la calle y llevábamos con nosotros una piedra y nuestra voz. Los edificios crecían hacia todos lados, la ciudad brillaba como si la acabaran de lustrar.
  • Rafael Ramoshar citeretfor 3 år siden
    Usted, flojo, marica, mentiroso, salga de aquí, dijo. Con el vaso de agua en la mano le sostuve la mirada. El viejo desafiante en su borrachera. Usted es como la caña, hueco por dentro, hijo de qué semilla serás, dijo. Y escupió en el piso con desprecio. La sangre se me rebatió, tenía las venas llenas de esas hormigas bravas. El mataco se puso a saltar dentro de mí. ¿Qué esperás para cobrar tu venganza, cría de víbora colorada? ¿Te dejás tratar así por el viejo borracho? ¿O acaso tu sangre es fría como la del sapo? Fui en busca de la piedra. Me acerqué a la silla del abuelo por atrás y le di un solo golpe fuerte al costado de la cabeza. Cayó. Resoplaba, ronco, la vida se le iba por la boca. Me quedé mirando, sorprendido: ¿tan viejo y todavía se agarraba a este mundo?
  • Denise E. Ocaranza Ordóñezhar citeretfor 3 år siden
    En el pueblo no pasaba casi nada. Nubes tóxicas provenientes de la fábrica de cemento engordaban sobre nuestras cabezas. Al atardecer esas nubes resplandecían con todos los colores. El que no estaba enfermo de la piel, estaba enfermo de los pulmones.
  • Yar Cruzhar citeretfor 3 år siden
    Tu corazón es como la hormiga, nada ve y sólo sabe picar.
  • Yar Cruzhar citeretfor 3 år siden
    Si matás al hombre del camino no vas a llegar donde te esperan, ¿o el hombre blanco es pariente del alacrán, que con su propia púa se quiere clavar?
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