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Victoria Schwab

Una venganza mortal

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  • Fanny Vargashar citeretfor 8 måneder siden
    Ahora que Eli no podía curarse y Victor no podía hacerle daño, estaban al fin en igualdad de condiciones.

    Lo que, en realidad, no era igualdad en absoluto.

    Eli aún tenía el físico de un jugador de fútbol americano de veintidós años.

    Victor tenía treinta y cinco, estaba débil y moribundo.
  • Fanny Vargashar citeretfor 8 måneder siden
    —Que se queme en el Infierno. —Levantó los ojos oscuros—. Victor. —Una pausa—. Deberías estar muerto.

    —No me duró.
  • Fanny Vargashar citeretfor 8 måneder siden
    Los ojos de ella se entornaron con concentración durante esa batalla de voluntades, pero Eli estaba suelto, y Sydney estaba perdida, y esas dos cosas hicieron que Victor no cediera un ápice.
  • Fanny Vargashar citeretfor 8 måneder siden
    Victor estaba con la mirada fija en la pared como si aún fuera una ventana.

    —Él no sabe la paciencia que tienes —dijo—. No te conoce como yo.

    Eli se limpió la sangre de la mano.

    —No —admitió por lo bajo—. Nunca nadie me ha conocido tanto como tú.
  • Fanny Vargashar citeretfor 8 måneder siden
    —Tal vez estás en el infierno.

    Tú no crees en el infierno, pensó Eli.

    La comisura de los labios de Victor se crispó.

    —Pero tú, sí.
  • Fanny Vargashar citeretfor 8 måneder siden
    Momentos después, oyó un roce suave y a Victor que se levantaba; luego el sonido leve de sus pies al pasar frente a su puerta y cerrar la de su habitación.

    Se dio cuenta de que no había estado dormido.

    Victor simplemente había estado esperando a que Syd llegara a casa.
  • Fanny Vargashar citeretfor 8 måneder siden
    —Me has seguido.

    —No te hagas la moralista, Sydney. Te has escapado.

    —Elegí irme. No soy una prisionera.

    —Eres una niña, y prometí proteger…

    —Una promesa que no puedes cumplir no es más que otra menti‍
  • Fanny Vargashar citeretfor 8 måneder siden
    —Ah, pero la he traído —dijo Victor, y extendió la mano. Lentamente, como quien realiza un truco, flexionó tres de sus dedos y dejó extendidos el índice y el pulgar—. ¿Ves? —Apuntó a Jones con el dedo.

    Jones ya no parecía divertido.

    —¿Eres una especie de…?

    —Bang.

    No hubo disparo, ningún estallido ensordecedor, ninguna vaina servida, ni humo… Pero Jones lanzó un grito gutural y cayó al suelo como si le hubieran disparado.

    👌

  • Fanny Vargashar citeretsidste år
    —A veces me siento como si estuviera en una pelea, y lo único que tengo son mis manos, y el otro tiene un cuchillo. Pero esa persona que tiene el cuchillo, tarde o temprano va a toparse con alguien que tenga una pistola. Y el de la pistola va a toparse con alguien que tenga una bomba. Lo cierto, Syd, es que siempre habrá alguien más fuerte. Así funciona el mundo.
  • Fanny Vargashar citeretsidste år
    Victor ladeó la cabeza.

    —Dime, ¿es blasfemia o simplemente arrogancia atribuirse la obra de Dios?
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