Mujer Un ser que aún no acaba de ser. No la remota rosa angelical que los poetas cantaron. No la maldita bruja que los inquisidores quemaron. No la temida y deseada prostituta. No la madre bendita. No la marchita y burda solterona. No la obligada a ser buena. No la obligada a ser mala. No la que vive porque la dejan vivir. No la que debe siempre decir que sí.
Un ser que trata de saber quién es y que empieza a existir.
(Publicado en el número 4 de la revista fem, 1977)
Vania Vargashar citeretfor 2 år siden
reeditar la obra poética de Foppa lo es especialmente, pues contradice el deseo de silenciarla que sin duda fue el motor de su asesinato.
Zel Cabrerahar citeretfor 4 år siden
Cuántas veces nos dijimos adiós, pasajeros con distinto destino. Pero tu nave no se mueve y yo no puedo dejar la orilla
Lucía Rueda G.har citeretfor 16 dage siden
Tengo miedo y me busco: no sea que un día de tanto pedirme, sólo encontréis la huella de un rostro confuso desvanecido en el agua del tiempo que huye.
Lucía Rueda G.har citeretfor 16 dage siden
con la muerte de la entera ciudad condenada, cual si corriera a la llamada del amante, morir en el instante en que ya no se puede soportar la espera.
alejandro carmonahar citeretsidste måned
¿El tiempo es el olvido, o es la escasa memoria de una historia inconclusa?
alejandro carmonahar citeretsidste måned
Un ser que aún no acaba de ser. No la remota rosa angelical que los poetas cantaron. No la maldita bruja que los inquisidores quemaron. No la temida y deseada prostituta. No la madre bendita. No la marchita y burda solterona. No la obligada a ser buena. No la obligada a ser mala. No la que vive porque la dejan vivir. No la que debe siempre decir que sí. Un ser que trata de saber quién es y que empieza a existir.
alejandro carmonahar citeretsidste måned
Cinco hijos tengo, cinco caminos abiertos, cinco juventudes, cinco florecimientos. Y aunque lleve el dolor de cinco heridas y la amenaza de cinco muertes, crece mi vida todos los días.
alejandro carmonahar citeretsidste måned
Cinco hijos tengo: cinco, como los dedos de mi mano, como mis cinco sentidos, como las cinco llagas. Son míos y no son míos: cada día soy más de ellos, y ellos, menos míos.