Esta novela narra la historia de Pablo, “alcalde republicano”, pero podía ser la de cualquiera de los 2936 represaliados del franquismo que fueron fusilados entre 1939 y 1944 en las tapias del Cementerio del Este de Madrid. El 1 de abril de 1939 terminó la guerra civil española, pero comenzó la erradicación medida y calculada de miles de partidarios de la República. El nuevo régimen impuesto se encargó de depurar a los defensores de la libertad, mediante los juicios sumarísimos que se sucedieron durante aquellos trágicos años, sin garantía judicial para los acusados. Uno de los fines que se buscaba era adormecer la memoria.