Las confesiones del señor Harrison

gran sir Everard Home6 decía: «Un médico de cabecera puede tener unos modales exquisitos o unos modales pésimos». Ahora bien, en el segundo caso tiene que manifestar talentos y méritos suficientes para asegurarse de que la gente lo reclama, al margen de cómo sean sus modales.

pero cinco de cada seis cabezas de familia de cierto rango en Duncombe son mujeres. Tenemos un gran número de viudas y solteronas ricas.

luego dijo que había perdido a un amigo recientemente, a un hermano médico de una ciudad vecina, que había dejado a su mujer viuda, con una modesta renta, y esta señora estaría encantada de vivir conmigo y hacerse cargo del gobierno de mi casa, para reducir gastos.

¡Qué buena, la señora Munton! ¡Qué amable, la señora Munton! ¡Incluso puede que joven, guapa, rica y viuda

–La casa de Jocelyn –dijo– es lo mejor que he podido encontrar con tanta urgencia: hay mucha fiebre en este momento, y necesitaba que llegara usted este mismo mes. Se ha propagado una leve epidemia de tifus en la parte antigua de la ciudad.