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Bøger
Rutger Bregman

Dignos de ser humanos

¿Y si resulta que es el altruismo y no la competitividad feroz el impulso natural del ser humano? Una revolucionaria lectura de la historia de la humanidad.
El ser humano es egoísta, insolidario y se mueve solo por su propio interés: lo han sostenido pensadores como Maquiavelo, filósofos como Hobbes, psicoanalistas como Freud, científicos como Dawkins y multitud de historiadores y escritores. Pero ¿realmente es así? Este libro propone repensar la historia a partir de la evidencia de que el ser humano tiende más a cooperar que a competir, a confiar que a desconfiar.
El autor estudia doscientos mil años de historia y nos descubre que el altruismo y no la competitividad ha sido el motor evolutivo de la humanidad. Para ello aborda ejemplos como la diferencia entre lo que se cuenta en la novela El Señor de las Moscas y lo que sucedió en los años setenta del siglo pasado cuando un grupo de niños australianos naufragaron y pasaron varios meses solos; o el comportamiento solidario y resiliente de los ciudadanos durante el Blitz en el Londres de la Segunda Guerra Mundial; o la realidad tras ciertos experimentos psicológicos y sociológicos sobre comportamiento humano. Una propuesta fascinante, repleta de anécdotas, de muy grata lectura y que, lejos de pecar de ingenuidad o tramposa candidez, plantea una inteligente y revolucionaria lectura de la historia de la humanidad. Un libro que acaso pueda ayudarnos a cambiar el mundo.
546 trykte sider
Oprindeligt udgivet
2021
Udgivelsesår
2021
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Citater

  • Armando El Guatequehar citeretfor 7 timer siden
    ¿cómo es posible que alcancen la cima del poder tantos egomaniacos y desfalcadores, tantos narcisistas y sociópatas? ¿Cómo es posible que la única criatura que se ruboriza del reino animal se deje dominar por tipos sin ningún asomo de vergüenza?
  • Armando El Guatequehar citeretfor 7 timer siden
    Y lo más fascinante es que, al contrario de lo que ocurre con los soldados de a pie, no se puede decir que los prebostes sean personas corrientes. Los expertos en terrorismo y los historiadores subrayan una y otra vez que los miembros de la cúpula de una organización militar o terrorista tienen un perfil muy distinto. Criminales de guerra como Adolf Hitler y Joseph Goebbels son claros ejemplos de narcisistas paranoides con un afán enfermizo de poder.50 Los líderes de Al Qaeda y el EI también son manipuladores y egocéntricos. Ellos tampoco tienen compasión y raras veces se sienten inseguros.51
  • Armando El Guatequehar citeretfor 7 timer siden
    Pero siempre hay un grupo para el que es muy fácil mantener la distancia hasta el enemigo: los mandamases.
    Los generales de los ejércitos y los líderes de las organizaciones terroristas no tienen que esforzarse mucho para reprimir su empatía con los rivales. Se limitan a dar órdenes a distancia.

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