Leila Guerriero

Los suicidas del fin del mundo

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  • Adrianuxhar citeretfor 4 år siden
    Cómo será, pensé, no verse reflejado en las noticias, no entrar nunca en el pronóstico del tiempo, en la estadística, no tener nada que ver con el resto de todo un país.

    Imaginé una vida así: sin que a nadie le importe
  • Kingahar citeretsidste år
    Las Heras era un sitio lejano del que los diarios seguían sin hablar, aunque el jueves 2 de diciembre de 2004 70 desocupados habían tomado la sede de la empresa Oil, subsidiaria de Repsol-YPF, y la jueza Graciela Ruatta de Leone, de Pico Truncado, había ordenado desalojar a los manifestantes. En el enfrentamiento con la policía provincial, 10 personas habían sido detenidas. Días más tarde el Partido Obrero denunciaba que Carina Saúco, esposa de Claudio Bustos, uno de los principales dirigentes piqueteros, había sido golpeada en la comisaría de Las Heras para que dijera dónde estaba su marido. Los golpes, aseguraba el comunicado, le habían hecho perder un embarazo de cuatro meses.
    Esas cosas pasaban pero el P de febrero de 2005 era un martes como tantos en Buenos Aires y los diarios no hablaban de Las Heras.

    Entonces llegó un correo electrónico de Rulo, el dueño de FM Divina, que decía «Espero que estés bien, pero acá comenzó nuevamente el infierno. El domingo se ahorcó otro pibe de 23. Ojalá no siga como aquel año». A las 7 de la mañana del domingo 30 de enero de 2005 se había ahorcado Walter Fabián Cayumil de 23 años, obrero de la empresa Pride, colgándose del tanque de agua del colegio número 53, un día antes de tomar el ómnibus que iba a llevarlo a Cosquín Rock, viaje por el que había pagado 500 pesos.

    Cuatro días después, el jueves 3 de febrero de 2005, otro correo de Rulo decía que a las 8 de la mañana, a los 82 años, se había ahorcado un antiguo vecino de Las Heras, de nombre Raúl, de apellido Moye.

    Cinco días más tarde, el 8 de febrero, Rulo avisaba que, de idéntica manera, se había matado Pedro Parada, un hombre de 62.

    Pero ahora, en Buenos Aires los diarios finalmente hablaban de suicidios: de nueve asfixiados con gas carbónico que el sábado 5 de febrero de 2005 habían sido encontrados en una hacienda de Hihashi Izu, cien kilómetros al sudoeste de Tokio, Japón.

    Nada decían de los muertos del Sur.
  • Kingahar citeretsidste år
    Durante años, Juan Gutiérrez fue el último suicida.

    Pero el 3 de enero de 2003 Marcos Iván Barrientes, de 12 años, se ahorcó en su casa utilizando una manguera. Lo encontró su hermano, un chico de 8. El 23 de enero una mujer intentó colgarse de uno de los árboles del matadero municipal, pero fue detenida por la policía. Ese mismo mes, un hombre viejo se tiró al vacío desde el último piso del hospital. El 28 de abril Jorge Alejandro Ruiz, de 25 años, usó el cinturón de su pantalón para colgarse de uno de los arcos de la cancha de rugby del Camping Municipal. El 4 de mayo Jonatan Emmanuel González, un chico de 16 años a quien todos llamaban Pantriste, amigo íntimo de Ruiz, se ahorcó en la escalera del tanque de agua del mismo camping. El 8 de junio Ignacio Palacios, un empleado municipal de 25 años, usó una soga para colgarse del travesaño del arco de la cancha de fútbol del club Tehuelches.

    En agosto, un hombre de 62 años que estaba siendo investigado por la violación de una nena de 12, se ahorcó en su casa; una mujer chilena de 41, empleada doméstica, hizo lo mismo en un galpón. El 3 de septiembre un hombre de 57 años se colgó de un árbol en el campo.
  • Kingahar citeretsidste år
    «Antes que me encierren me mato».
  • Kingahar citeretsidste år
    Nunca he permitido que le levante la mano. Nunca dejé que le pusiera una mano encima a ninguno.
  • Kingahar citeretsidste år
    Había escuchado tantas teorías para explicarlo todo.
    Porque sí, porque no había nada para hacer, porque estaban aburridos, porque no se llevaban bien con sus padres, porque no tenían padres o porque tenían demasiados, porque les pegaban, porque los hacían abortar, porque tomaban tanto alcohol y tantas drogas, porque les habían hecho un daño, porque salían de noche, porque robaban, porque salían con mujeres, porque salían con mujeres de la noche, porque tenían traumas de infancia, traumas de adolescencia, traumas de primera juventud, porque hubieran querido nacer en otro lado, porque no los dejaban ver al padre, porque la madre los había abandonado, porque hubieran preferido que la madre los hubiera abandonado, porque los habían violado, porque eran solteros, porque tenían amores pero desgraciados, porque habían dejado de ir a misa, porque eran católicos, satánicos, evangelistas, aficionados al dibujo, punks, sentimentales, raros, estudiosos, coquetos, vagos, petroleros, porque tenían problemas, porque no los tenían en absoluto.
  • Kingahar citeretsidste år
    Una manta de silencio había caído sobre todo y salvo por las putas que baldeaban en los bares la masacre del sábado, la mañana era tierra muerta.
  • Kingahar citeretsidste år
    Después de eso —del extraño caso de Esteban Morales— hubo una muerte más.

    Y entonces todo terminó.
  • Kingahar citeretsidste år
    —Dicen que había una secta.

    —¿Te parece que puede ser cierto?

    —Y, algo había, porque no puede ser que se están matando así por matarse. La mayoría de estos chicos eran sanos. Por ahí se puede matar una persona que tenga problemas pero estos eran sanos. Era una psicosis general. Todos decían Uy, capaz que mañana me toca a mí. Capaz que venían a buscarlo y se lo llevaban. Cuando yo vi el semblante de mi hermano así, medio amarillo y había roto toda la casa, yo pienso que a lo mejor alguien le hizo tomar algo. Fue un domingo, porque yo iba a ir a Caleta y dije no, no voy, y a las nueve de la mañana me fueron a despertar para avisarme. Eso yo no se lo deseo a nadie, porque ahora cada vez que me van a despertar me parece que me van a venir a avisar algo. Yo nunca había visto una persona así, nomás en la tele o en las películas. No fui al velorio, no fui al entierro. Me fui a mi casa, me encerré. Es que acá nosotros somos para adentro. Nos cuesta ser amorosos. Acá en Santa Cruz es medio así. Viene la gente del Norte, de Catamarca, de Mendoza, y ya a los dos meses tienen la Casa de Catamarca y un equipo de fútbol. Nosotros no somos así, acá.
  • Kingahar citeretsidste år
    fui al velorio, no fui al entierro
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