Un planeta de virus

Nuestros parásitos internos
Los retrovirus endógenos y nuestros
genomas plagados de virus

Los virus llevan trasegando genes desde el punto más remoto del árbol genealógico que la ciencia ha podido localizar

todas las criaturas vivas poseen mosaicos de genomas con cientos de miles de genes importados de virus

Los virus no dejan atrás fósiles en las rocas, pero sí marcas en los genomas de sus huéspedes. Estas marcas sugieren que los virus llevan miles de millones de años pululando

Gracias al préstamo genético, los virus también pueden ser los responsables directos de gran parte del oxígeno del mundo

El éxito del huésped se traduce en el éxito del virus

cuando el huésped se reproduce, realiza una copia del ADN del virus junto con la del propio. Mientras el ADN de un fago moderado se mantenga inalterado, seguirá siendo capaz de liberarse de su huésped durante momentos de estrés. Pero en un número determinado de generaciones, el fago moderado experimentará mutaciones que lo debilitarán hasta verse incapacitado para escapar, y acabará convirtiéndose en una parte indivisible del genoma de su huésped

Los virus del océano son asombrosos tanto por su cantidad como por su diversidad genética

Detener los brotes de cólera supone, de hecho, uno de los efectos menores de los virus marinos. Son capaces de matar a tantos microbios que llegan a influir en el estado de la atmósfera a lo largo y ancho del planeta

a diario matan a entre el 15 por ciento y el 40 por ciento de todas las bacterias presentes en los océanos del mundo