Pero después de un año de entreno vas viendo que los tíos se fijan más en ti que las tías. Y tú en ellos. Qué buen brazo tiene uno o qué buena genética el otro. Tú tienes buena genética para la espalda, algo es algo. Reconoce que te fijas en los cuerpos de los tíos todo el tiempo. En sus cuádriceps y en cada grupo muscular. Esto ya no tiene nada que ver con ligar. Al contrario, las tías son lo de menos.