“El sexo es tan importante como comer o beber, y debemos satisfacer este apetito con tan pocas restricciones y falso decoro como los otros”.
Las ideas revolucionarias del Marqués de Sade están presentes en su obra narrativa, donde conviven tumultuosamente el erotismo, la violencia y su pensamiento libertario, siempre oponiéndose al poder establecido por las leyes y la religión. Pasó más de treinta años de su vida encerrado en prisiones y manicomios, es allí donde imaginó y escribió estos relatos magistrales.
«A juzgar por el conocimiento expuesto por teólogos, solo podemos concluir que Dios creó a la mayoría de los hombres simplemente para abarrotar el infierno».