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Azahara Palomeque

Vivir peor que nuestros padres

  • b2985985546har citeretfor 10 måneder siden
    Bueno, pues somos la generación más estéril y mejor preparada de la historia, coleccionista primero de expectativas y luego de frustraciones, que habita viviendas prestadas o se desuella la carne en alquileres abusivos, eternamente infantilizada aunque ya peinemos canas.
  • Josué Osbournehar citeretsidste år
    La nostalgia es un rasgo de la posmodernidad, y esta última es una época histórica que nos punza y atraviesa a todos, con alfileres o clavos, pero de forma irreversible, aunque muchos sigan empeñándose en categorizar «lo posmo» como una moda de la que se puede ser forajido, disidente u objetor de conciencia. No se ha inventado aún la máquina para eludir la historia y desvendar la biografía en un limbo falto de coordenadas espacio-temporales y códigos culturales que nos signifiquen.
  • Josué Osbournehar citeretsidste år
    Bueno, pues somos la generación más estéril y mejor preparada de la historia, coleccionista primero de expectativas y luego de frustraciones, que habita viviendas prestadas o se desuella la carne en alquileres abusivos, eternamente infantilizada aunque ya peinemos canas. «Eso me gusta más, ¿te acuerdas de cuando cambiaron la edad para el carné joven? Ahora es hasta los treinta.» Somos la generación que se largó, creyó que conquistaba el mundo, contrajo la depresión estacional varias veces y, cuando se hartó de no ver jamás el sol, regresó a las faldas calientes de los antepasados inmediatos sin saber si debían cuidarlos o pedirles una limosna.
  • Josué Osbournehar citeretsidste år
    Rafa, ¡lo de Rafa sí fue impresionante! Premio de fin de carrera, arquitecto, hizo las prácticas en Alemania y, durante un tiempo, estuvo empleado en una empresa allí, pero se hartó de aquel país tan desabrido y ahora está preparando oposiciones de secundaria. Lorena se fue a Madrid; estaba predestinada a convertirse en estrella del periodismo radiofónico, hasta que un día cenando me dijo lo siguiente: a los veinticinco aguantas ganando poco más que un becario, por la ilusión del principio; a los treinta exiges algo más y, a cambio, asumes responsabilidades que conducen a datos gloriosos de audiencia, premios y reconocimiento del público; a los cuarenta te das cuenta de que tu jefe, cuyo único mérito es haber nacido un cuarto de siglo antes que tú, te pisotea descaradamente por el miedo a que le hagas sombra, odia los dos másteres y los tres idiomas que acumulas más que él, y te sugiere amablemente que te vayas a gozar el aire caliente de la puta calle sin más motivo que la envidia.
  • nadiagaray1har citeretsidste år
    hace unas décadas uno podía atesorar la más o menos sólida certeza de que el trabajo otorgaba estabilidad vital, anclado a unos derechos laborales conquistados por las muchas luchas obreras, y sometido a algunas reglas, como la asociación entre productividad y sueldo –que, según muestra David Graeber, dejó de darse a partir de la década de 1970–,3 y el hecho de que, cuando se cimentaba sobre un título universitario, ese trabajo generaría incluso mayores réditos y sería difícil de perder. La educación pública barata y un sistema de becas que cubría gran parte de los gastos permitieron a muchos hijos de familias humildes acceder a puestos de calidad, esos hijos que después se reprodujeron y transmitieron a su prole unos valores entonces vinculados a la experiencia y ahora hechos trizas
  • Héctor Rojohar citeretfor 2 år siden
    Por otra parte, ese dolor compartido decapita el mantra tan asumido por los medios según el cual no se pueden contar los grandes desafíos actuales sin un toque «ilusionante», «motivador», como si luchar contra la desigualdad económica o la miríada de facetas del destrozo terráqueo tuviese que asemejarse al escaparate de un centro comercial, o al catálogo de una agencia de viajes:
  • Héctor Rojohar citeretfor 2 år siden
    las personas, imagen de marca en las redes, proveedores de datos para las empresas tecnológicas, somos, sobre todo, un producto.
  • Héctor Rojohar citeretfor 2 år siden
    . Mutatis mutandis, a partir de la fecha en que nacieron los padres de Simón, o los míos, o mis tíos, el mundo ha aniquilado al 70 % de la fauna salvaje,11 las emisiones de dióxido de carbono se han cuadruplicado,12 y un 50 % de los gases de efecto invernadero de la historia se ha producido precisamente desde ese locus amoenus noventero retratado en Feria
  • Nast Huertahar citeretfor 2 måneder siden
    El lodo es, sin duda, sistémico, de ahí la complejidad de erradicarlo, pero al librarnos de la obligación de ser fuertes, de fingir que las cosas van bien y asumir un «si quieres, puedes» que solo redunda en un individualismo a todas luces banal, inútil, se abren nuevas posibilidades.
  • Nast Huertahar citeretfor 2 måneder siden
    Con suerte, el duelo y la melancolía son susceptibles de adoptar propiedades camaleónicas y mutar en poderosos idiomas con los que tejer cosmovisiones alternativas.
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