Storytelling

Por eso debemos aprender a contar nuestra historia, y a contarla bien.

algo que dijo Muhammad Ali: «Los campeones deben tener aguante hasta el último minuto. Deben tener talento y también voluntad. Pero la voluntad debe ser mayor que el talento».

Una forma de lograrlo es implicar personalmente al interlocutor, «pasar la llama», y contarle al público por qué nos preocupa tanto este asunto en particular. Qué acontecimiento en particular nos obligó a comprometernos.

Para conseguir que alguien se comprometa o tome partido por algo hay dos enfoques posibles: exponer los datos de manera realista o tratar de establecer una conexión emocional. Uno de ellos suele funcionar, el otro no tanto.

por favor, conmuéveme para que tu historia me importe.

La pregunta más importante que el público se hace es la siguiente: ¿Por qué me importa esto? Lo que desea por encima de todo una persona que escucha una narración es que la conmuevan.

A menudo este momento de transformación se convierte en la piedra angular de la obra de nuestra vida.

Todas las historias tratan sobre la transformación.

Las historias nos proporcionan el contexto para comprender el poder de la transformación, el despertar de la consciencia, el tránsito del espíritu a la madurez. Esta experiencia llega al máximo de intensidad cuando tiene lugar en el clímax de una etapa, en un momento de transición vital clave en la vida de una persona, o cuando vemos cómo el mundo cambia ante nuestros ojos. ¿Cómo expresar eso en una narración?

Por lo general, la esencia de un relato se revela en un detalle cotidiano. En el caso de DJ Forza fue una sencilla invitación a tomar una taza de té. Hay que dejarse llevar por él. Hay que aprender a no pensar demasiado. Muy a menudo, cuanto más cotidiano es el detalle, más extraordinaria es la verdad que revela.