La sintió acercándose hasta su boca, escondiéndose entre sus cabellos, pidiéndole, con una voz apenitas, que lo ayudara. Dice que le dijo que ya se había curado por fin; que ya no le molestaba ningún dolor. “Ya puedo estar contigo, Natalia. Ayúdame a estar contigo”, dizque eso le dijo.