Para los griegos, como veremos, el hombre no era la realidad natural más importante (la concepción más común de los griegos era «cosmocéntrica» y no «antropocéntrica»; los elementos de «antropocentrismo» que aparecen en los estoicos, según Max Pohlenz, eran de inspiración judía, introducidos por el fundador Zenón, que era justamente de origen judío).