Frankenstein (CP 53)

Quiero calmarle, pero ¿puedo aconsejar a alguien tan infinitamente desdichado, tan despojado de toda esperanza de consuelo, que viva?

Es elocuente y persuasivo; y en una ocasión sus palabras incluso tuvieron poder para llegarme al corazón, pero no se fíe de él. Su alma es tan infernal como su forma, llena de traición y de malicia diabólica

“¡Hombre,!” grité, “¡cuán ignorante eres en tu pretensión de sabiduría! Calla; no sabes lo que dices.”[57]

juro, y también por ti, ¡oh Noche!, y por los espíritus que te presiden, perseguir al demonio que ha causado esta desdicha, hasta que él o yo perezcamos en mortal combate.

“Mi dominio aún no ha concluido”

la escena habría sido solemne e impresionante incluso para un observador indiferente. Los espíritus de los fallecidos parecían aletear alrededor y proyectar sombras, percibidas pero no vistas, en torno a mi cabeza.

Y ahí comenzó mi existencia errante, que no cesará sino con mi vida

las Furias[58] me poseyeron al concluir, y la ira sofocó mis palabras.

ives, y mi poder es completo. Sígueme;

Ven, enemigo mío; todavía tenemos que combatir a muerte, pero debes soportar muchas horas de penuria y dolor hasta que ese momento llegue.