Piso para dos

—Richie ha salido. Lo han declarado inocente.

Hundo la cabeza en la almohada. No quiero que se dé cuenta de que estoy sonriendo como un quinceañero locamente enamorado porque acaba de decir «la próxima vez».

Yo soy pro ex si eso implica pasteles.

Leon

Camina a buen paso, no corras. Estate al tanto de la hora. Jamás pierdas los nervios

Algo hay que reconocerle a la desesperación: te hace tener mucha más amplitud de miras

—Yo nunca me sentí como en casa hasta que llegaste allí,

—Hueles a casa —comento al cabo de unos instantes.

—Tú eres mi casa

¡Me da pánico la idea de comprometerme en una relación seria!

de pronto siento el miedo enfermizo a no ser capaz de librarme de él jamás, sin importar la cantidad de veces que lo vea marcharse.

es imposible salvar a las personas: las personas solo pueden salvarse a sí mismas.