Creatividad. El cerebro humano en la era de la innovación

una compleja constelación de regiones cerebrales que trabajan de forma conjunta cuando nos esforzamos, de forma consciente y persistente, en resolver una tarea cognitiva que supone un desafío

red ejecutiva central, también conocida como red de control cognitivo

Estas imágenes tuvieron que ser realmente creadas mediante la combinación de elementos previos para formar una configuración de novo que no se correspondía con nada de lo experimentado con anterioridad.

las nuevas ideas, soluciones y formas de arte no se crean en el vacío, sino que, en muy buena medida, surgen como configuraciones nuevas de elementos de ideas, soluciones y formas de arte previamente formadas.

Este proceso nos permite formar nuevas representaciones mentales a partir de fragmentos de otras más antiguas y ya formadas; y estas nuevas representaciones mentales no tienen por qué corresponderse con nada que hayamos experimentado en la vida real hasta el moment

La corteza prefrontal lateral, en particular, tiene la capacidad de manipular las representaciones mentales almacenadas en el cerebro como si fueran piezas de Lego

corteza prefrontal es la parte más joven del cerebro en la evolución, y está mucho más desarrollada en los humanos que en ninguna otra especie, incluidos los grandes simios. Además, es una de las últimas partes del cerebro en madurar durante la vida del individuo: no acaba de desarrollarse hasta pasados los treinta y hasta alrededor de los treinta y cinco años.

corteza prefrontal se ocupa de la «metacognición». Interviene en la organización y coordinación de todas aquellas funciones específicas para conformar conductas complejas, con sentido y propósito.

Al contrario, está inmersa y es movida por el entorno cultural en el que se produce.

la creación no es un proceso solitario, ni siquiera cuando el individuo creativo es de temperamento huraño y subjetivamente cree que la suya es una empresa solitaria.