Michel Foucault

Vigilar y Castigar

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Obra maestra de la criminología y el pensamiento crítico, donde Michel Foucault reflexiona sobre el sistema penal moderno y se pregunta de dónde proviene la extraña práctica de encerrar para corregir, que figura en los códigos penales de la época moderna. Durante el siglo XIX, advierte Foucault, el castigo físico fue abandonado y la condena social comenzó a regirse por el encierro del cuerpo. Así, se construyeron cárceles y se abandonaron las prácticas de los suplicios públicos para poder, en lo sucesivo, corregir las almas en prisiones especialmente diseñadas. Foucault analiza en esta obra el proceso de este cambio, donde el cuerpo del condenado deja de ser el objeto de castigo mediante suplicios populares, para dar lugar a la corrección del alma. El condenado es encerrado, vigilado y controlado en un sistema que termina abarcando a otras instituciones sociales como el hospital, los psiquiátricos, las fábricas, las instituciones educativas, los asilos, etc. Son los niños, los locos y los ancianos los que están bajo esta vigilancia y control, quienes conforman lo que el autor denomina la sociedad disciplinaria.
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Vurderinger

  • Jovani González Hernándezhar delt en vurderingfor 2 år siden
    👍Værd at læse
    💡Lærerig
    🎯Læseværdig

Citater

  • Óscar Mejíahar citeretfor 7 år siden
    Es feo ser digno de castigo, pero poco glorioso castigar. De ahí ese doble sistema de protección que la justicia ha establecido entre ella y el castigo que impon
  • angelessotelinhar citeretfor 15 dage siden
    literatura en la que el crimen aparece glorificado, pero porque es una de las bellas artes, porque sólo puede ser obra de caracteres excepcionales, porque revela la monstruosidad de los fuertes y de los poderosos, porque la perversidad es todavía una manera de ser un privilegiado:
  • angelessotelinhar citeretfor 2 måneder siden
    preciso no sólo que la gente sepa, sino que vea por sus propios ojos. Porque es preciso que se atemorice; pero también porque el pueblo debe ser el testigo, como el fiador del castigo, y porque debe hasta cierto punto tomar parte en él.

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