• Ana Saenzhar citeretfor 2 år siden
    En la obra de Atwood rara vez un personaje femenino queda reducido a un estado de victimismo y pasividad sino que, incluso en las situaciones adversas, disponen de agencia y una buena dosis de ingenio.
  • zahirahar citeretsidste år
    . Los seres humanos conformamos nuestro pensamiento y esa realidad a través del lenguaje. Este supone una categorización de lo real:
  • Ana Saenzhar citeretfor 2 år siden
    Como ocurre en buena parte de la ciencia ficción, en Cadáver exquisito se juega con la noción de alteridad; solo que en este caso «el otro» no es el alienígena, el robot o el ciborg. El otro es el propio ser humano, en virtud de las difusas fronteras y nebulosas causas por las que en cierto contexto puede cualquier individuo convertirse en «el otro», puede deshumanizarse, cosificarse y servir únicamente para la subsistencia de aquellos que ostentan el poder. De aquí que la novela no deba leerse únicamente como una crítica a los crueles métodos de la industria alimentaria contemporánea; no se queda en un simplista «comer o no comer carne» pues, tal y como explica Urlet: «Después de todo, desde que el mundo es mundo nos comemos los unos a los otros. Si no es de manera simbólica, nos fagocitamos literalmente» (Bazterrica, 2017, pág. 170).
  • Ana Saenzhar citeretfor 2 år siden
    En alguna entrevista que le realizaron a la escritora en relación con su novela, esta propuso definirla como una especie de «ucronía de la historia de las ciencias en América del Sur». Las constelaciones oscuras constituye, en este sentido, otro ejemplo de aprovechamiento de la ciencia ficción, en cuanto a sus leimotiv, sus imágenes y sus paradigmas narrativos, puestos en función de contar y recrear un universo plenamente latinoamericano. Pero no se trata, en su caso, de cualquier tipo de ciencia ficción, sino más bien una que se encuentra en la línea del ciberpunk u otros subgéneros que de él se desprendieron y que tienen en común los ambientes urbanos depauperados, la ciencia y el poder político puestos en manos de las corporaciones privadas, el hacinamiento, los personajes raros y solitarios que viven en los márgenes y urden estrategias para una insurrección contra su statu quo.
  • Ana Saenzhar citeretfor 2 år siden
    La muerte como efecto secundario, sin paternalismos ni dulcificaciones, parece decirnos que en la lucha entre lo viejo y lo nuevo —entre un antiguo sistema que nos hace infelices y uno nuevo que provee otra clase de opresiones—, la esclavitud, la violencia, lo artificioso y falso, la familia y hasta la muerte serán apenas daños colaterales de una existencia vacía. Y en esto Ana María Shua no hace concesiones.
  • Ana Saenzhar citeretfor 2 år siden
    Aunque no podamos decir que esta obra sea un texto feminista per se, en ella resulta evidente la dura crítica al patriarcado que hace su autora. Shua entiende perfectamente que el patriarcado no solo oprime a la mujer, no solo condena la homosexualidad y otras «desviaciones», sino que arremete y subyuga a los propios varones heterosexuales que no cumplen con los requerimientos y estándares de masculinidad que tal sistema enarbola. Es a través de su protagonista —un hombre lleno de complejos, de dependencias emocionales e inseguridades— que tales críticas se van a manifestar.
  • Ana Saenzhar citeretfor 2 år siden
    De manera que poco tiene que ver el hecho de ser o no mujer en estas preferencias y preocupaciones que confesaba en su entrevista Angélica Gorodischer. El desapego a la tecnofilia o a la variante hard recorre el género entero en Hispanoamérica, porque allí la ciencia ficción se ha comportado más bien como un vehículo de reflexión humanista y se ha utilizado como una herramienta ideológica para analizar e incluso repercutir sobre la realidad circundante.
  • Ana Saenzhar citeretfor 2 år siden
    Por más vueltas que le he dado mientras escribía este artículo, sigo sin entender dónde está el problema en que un personaje sea creado para cumplir los sueños de su autora. Las mujeres necesitamos conquistar ese espacio, necesitamos poder crear nuestros personajes planos, malos personajes, autoinsertos… Exactamente igual que los hombres han hecho siempre. Necesitamos ese margen de la mediocridad, el poder escribir historias sin más objetivo que el de pasarlo bien y que nuestras lectoras se diviertan.
  • Ana Saenzhar citeretfor 2 år siden
    Las «Mary Sues» crecieron en los márgenes de una cultura popular que se negaba a darnos el protagonismo que siempre concedió a los hombres. Porque cuando no teníamos mujeres con las que identificarnos, nos las inventamos, y ahora que las superproducciones nos dejan ser protagonistas, el término Mary Sue pasa a calificar también a los personajes canon de esas ficciones.
  • Ana Saenzhar citeretfor 2 år siden
    La princesa debe ser rescatada, es una verdad inamovible que milenios de ficción han grabado en nuestro ADN cultural, desde La Odisea o La Ilíada hasta nuestros días. Ahora, ¿la mujer que protagoniza su historia? Esa sí que es una Mary Sue.
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