La reina del punk

Tampoco nos corría tanta prisa morir. Teníamos dinero para drogas, para vivir bien y planear algún concierto más. Nos pondríamos guapos y saldríamos por el CBGB.

Todavía no había llegado la hora.

Nos quedaba una bala que gastar, un nuevo día juntos.

La eternidad nos aguardaba, y acudiríamos fieles a la cita, a su debido tiempo.

contrario de lo que un día pensé, no era un salvavidas, ni una salida del infierno. Por fin lo comprendí.

El infierno estaba dentro de mí.

más sabia, más mayor, más vacía de esperanzas. Creo que me di cuenta en Nueva York que ni todo el amor del mundo podría salvarme. Me sentía afortunada por amar a Sid y ser amada profundamente por él, pero el amor, al con‍

- El punk es esto -decía sonriente- ponerlo todo del revés, agitar las cosas, buscar las cosquillas.

El «Hazlo tú mismo», auténtico eslogan del punk junto al «No hay futuro», cobraba allí un nuevo sentido, no solamente se refería a la ropa y a la música, era una manera de encarar la vida.

El «Hazlo tú mismo», auténtico eslogan del punk junto al «No hay futuro», cobraba allí un nuevo sentido, no solamente se refería a la ropa y a la música, era una manera de encarar la vida.