Arriva Italia

La única forma que conozco de tener respeto es tratarte como si aún fueras lo que ya no eres. Es tan larga la sombra. Está tan cerca el final…).

«No hay victoria que merezca tanto sufrimiento», dijo Bernard. «El día en que los hombres lloraron»,

Eddy jamás se rinde. Tira de riñones, maltrata la bici como si fuese un enemigo, una desgracia.

Gesto de fiereza. Parece que estuviera muriendo. Quizá lo hace. Qué importa. Peor van los otros.

Es un momento extraño. Mágico para el ciclismo. Tragedia pura en sus oponentes. Los que fueron, los que serán. Gimondi queda destrozado para años, Jiménez enfila la retirada. ¿Los franceses? Juguetes para un crío glotón. ¿Transalpinos? No me hagan reír. Es el comienzo de la mayor tiranía que jamás conociera deporte alguno. Es, simplemente, Eddy Merckx.

perdió el equilibrio, cayó al suelo. Dicen que si fue un ataque al corazón. Qué importa.

Era leyenda.

Jamás confíen… en ciclismo si algo puede ir peor, irá.

no se ama a un dios. Lo temes y lo respetas, pero no puedes llegar a amarlo.

Y él sigue allí, como muchos otros, recordando lo que fue, lo que pudo haber sido, lo que acabó siendo. Cómo no iba a influir eso en su imagen, en su futuro…

Magni dice que a Coppi no le gustaba el rumor de los otros, que sus continuas escapadas eran una forma de huir de sus problemas, de las presiones en esa sociedad que representaba el pelotón.