En la teoría feminista se plasman los efectos reflexivos de las luchas de las mujeres por su liberación. Esta teoría tiene una tradición de tres siglos. No es un pensamiento lineal ni homogéneo, lo que está en consonancia con la complejidad y variedad de estas luchas, cuyas dinámicas son diferentes de acuerdo con la especificidad de los grupos de mujeres que las protagonizan y de sus contextos históricos. Sin embargo, ha sido posible reconstruir los principales ejes temáticos y las modulaciones más significativas de esta tradición de pensamiento, que lo es, en cuanto que tiene sus referentes clásicos y sus propias fuentes de autoridad conceptual: en suma, sus liderazgos epistemológicos ligados con sus liderazgos políticos.