Colm taiban

Brooklyn

Giv mig besked når bogen er tilgængelig
Denne bog er ikke tilgængelig i streaming pt. men du kan uploade din egen epub- eller fb2-fil og læse den sammen med dine andre bøger på Bookmate. Hvordan overfører jeg en bog?
  • Lola Lobahar citeretfor 6 år siden
    casi tuvo una sensación de culpabilidad por haberle cargado con parte de su dolor; después se sintió cerca de él por su disposición a tomarlo y soportarlo, en toda su crudeza, en toda su dolorosa confusión
  • Lola Lobahar citeretfor 6 år siden
    Y la próxima vez que me digas que me amas, yo...
    Eilis se detuvo.
    —¿Tú qué?
    —Yo también diré que te amo.
  • Diana Cathar citeretfor 8 år siden
    —Y bien, ¿qué es lo peor de él? —le preguntó la señorita Fortini.
    Eilis pensó unos instantes.
    —Me gustaría que fuera cinco centímetros más alto.
    —¿Algo más?
    Eilis volvió a pensar.
    —No.
  • Diana Cathar citeretfor 8 år siden
    Después de adquirir las entradas Tony compró palomitas y, para sorpresa de Eilis, no la llevó a la parte de atrás del cine sino que le preguntó dónde quería sentarse y pareció alegrarse de que escogiera asientos del centro, desde donde verían bien la película. Aunque al cabo de un rato le pasó el brazo por los hombros y le susurró un par de veces al oído, no hizo nada más. Después, mientras esperaban el metro, estaba de tan buen humor y tan encantado con la película que Eilis sintió una enorme ternura por él y se preguntó si alguna vez descubriría en él algo desagradable. No tardó en ver, a medida que fueron con más regularidad al cine, que las películas tristes o las escenas duras podían sumirlo en el silencio y la melancolía, encerrarlo en un abatido ensueño del que costaba hacerlo salir. Y si ella le contaba algo triste, su rostro cambiaba, dejaba de hacer bromas y quería hablar sobre lo que le había contado. Nunca había conocido a nadie como él.
  • Diana Cathar citeretfor 8 år siden
    —De acuerdo. Lo preguntaré: ¿por qué fuiste a un baile irlandés?
    —Porque me gustan las chicas irlandesas.
    —¿Cualquier chica?
    —No, me gustas tú.
  • Diana Cathar citeretfor 8 år siden
    —¿Le has contado a tu madre que habías quedado conmigo?
    —No, pero mi hermano se lo ha imaginado y se lo ha dicho. Aunque creo que todos se lo imaginaban. Creo que sonreía demasiado.
  • Diana Cathar citeretfor 8 år siden
    —Te vi la primera semana, pero no te quedaste hasta el final, así que te perdiste el todos contra todos, y la semana pasada no viniste.
    —¿Cómo lo sabes?
    —Porque te busqué y no te vi.
  • Diana Cathar citeretfor 8 år siden
    —Algunas personas son amables —dijo— y si les hablas adecuadamente pueden serlo incluso más.
fb2epub
Træk og slip dine filer (ikke mere end 5 ad gangen)