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Verónica Murguía

Auliya (Biblioteca Era) (Spanish Edition)

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  • Laura Alicia Gonzálezhar citeretfor 8 måneder siden
    Dice el dicho que hay tres cosas que ahuyentan el pesar: ver lo que nunca se vio, oír lo que nunca se oyó y pisar tierra que nunca se pisó. Alá sobre ti.
  • Flor de lizhar citeretfor 15 dage siden
    Algo en ella le hablaba del desierto; la travesía despertaba los recuerdos dormidos de su sangre nómada.
  • Flor de lizhar citeretfor 15 dage siden
    Al anochecer había tomado una decisión: no pediría perdón, ni prometería cambiar. Iba a recoger algunas cosas y dejar la aldea.
  • Flor de lizhar citeretfor 15 dage siden
    , con el cadáver del escorpión en las manos, sintió que la rabia y la tristeza la ahogaban. Pensó en llamar al siroco; crear una tempestad de arena que devorara el pueblo, que apagara la hoguera del odio de su padre y el temor de los demás. Pero recordó a su madre, a los animales que le habían hablado; pensó en el riachuelo, que quedaría seco. Poco a poco dejó de llorar.
  • Véronique Cardohar citeretfor 22 dage siden
    “Si debe ocurrir, él te encontra
  • Véronique Cardohar citeretfor 22 dage siden
    La maga le preguntó a las cabras, al milano, a las ranas y a las cigarras por qué su padre creía que ella era mala. Ningún animal supo responderle. Ni los perros, que creen saber las razones de los hombres, pudieron decirle nada.
  • Flor de lizhar citeretsidste måned
    Auliya, analfabeta, leía el gran libro del mundo. Lo hacía con mucha concentración y nada podía distraerla.
  • Flor de lizhar citeretsidste måned
    cuerpo era el instrumento para el entendimiento. Los ritos exigían que observara, que estudiara hasta fundirse con los animales a quienes daba órdenes. Las horas estaban ocupadas por la magia: el saludo y la plegaria al sol, desnuda, aunque la piel le ardía. Beber agua del pozo y adivinar los secretos de la oscura profundidad, rastrear la genealogía de la humilde torta de trigo que se llevaba a la boca, escuchar las voces de los vientos y saber adónde se dirigían.
  • Flor de lizhar citeretsidste måned
    Auliya percibió en el té un sabor diferente, más rico, más complejo. Sintió en la lengua la vida de la hierbabuena, de su savia dulce y fresca; el sabor del agua, distinto por su contacto con el fuego; en la miel, la laboriosidad de las abejas. El mundo le hablaba en varios idiomas: con los sabores, el peso y volumen de las cosas, su olor. Ella escuchaba.
  • Flor de lizhar citeretsidste måned
    Con la mente vacía de palabras, pudo entender el canto del insecto:

    –Tezzeg Ulli, la dueña del oeste. Canta tú también, muchacha que sabe escuchar. Aprende las lenguas de los seres del mundo. Ésa es la magia. Escucha nuestras voces, maga, y las de aquellos que habitan la noche
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